ASIA/TIMOR ORIENTAL - Diez años después del voto por la independencia, el desarrollo sigue siendo una ilusión

lunes, 31 agosto 2009

Dili (Agencia Fides) – Justicia, reconciliación, desarrollo económico- social están aún lejanos de Timor Oriental, que el pasado 29 de agosto festejó el décimo aniversario del voto para la independencia de la Indonesia. Según un reporte publicado por la Organización no gubernamental de inspiración católica “Progressio”, que trabaja en el territorio desde el 2001, el desarrollo global de la pequeña república asiática estará “seriamente comprometido” si el recorrido de la justicia por los crímenes cometidos en la fase de la lucha por la independencia permanecerá detenido. La falta de justicia impide una auténtica reconciliación y con ella una verdadera unidad nacional, propedéutica para el desarrollo económico, social y cultural, humano de la población de Timor, afirma “Progressio”.
Tras 10 años de autogobierno, Timor Oriental sigue siendo el país más pobre del sudeste asiático, no obstante los recursos petrolíferos, y una de las últimas naciones en el mundo en la clasificación del desarrollo humano. Se estama que más del 40% de la población de Timor vive con menos de un dólar al día.
Según “Progressio”, el aniversario del voto por la independencia recuera la necesidad de perseguir a los culpables de los crímenes contra la humanidad cometidos en aquella dura fase de la historia nacional, cuando más de 100mil personas perdieron la vida. “Sin la justicia, impunidad e inestabilidad continuarán impidiendo el desarrollo de Timor Oriental”, afirma “Progressio”.
No obstante la creación de una “Comisión Nacional para la verdad y la reconciliación”, que operó desde el 2001 al 2005, nadie ha sido identificado y perseguido por las violaciones de los derechos humanos: esta impunidad es una herida importante en la historia del país, afirman diversas organizaciones humanitarias.
La República Democrática de Timor Oriental nación oficialmente el 20 de mayo del 2002, tras un periodo bajo la administración transitoria de las Naciones Unidas. Con un 95% de ciudadanos que se profesan católicos, Timor es la nación asiática con la más alta concentración de fieles. Por ello la Iglesia tiene un rol muy importante en la formación de las conciencias de los ciudadanos. Hoy la nación está comprometida en el “diálogo nacional” en temas de justicia y reconciliación. La Iglesia local siempre ha puesto el acento en la necesidad del “perdón en la verdad y en la justicia”, como base para reforzar la unidad nacional.
Entre los mayores problemas que se registran en la nación están la pobreza, la inseguridad y la cuestión de la reconciliación. Miles de prófugos huyeron del territorio hacia Indonesia tras los episodios de violencia de septiembre de 1999, al día siguiente del referéndum sobre la secesión. Muchos de ellos han vuelto a Timor Oriental, otros han permanecido en el territorio indonesio por temor a sufrir ataques, siendo acusados de haber apoyado la parte filo indonesiana. Por esto el proceso de reconciliación en Timor Oriental sigue siendo difícil y continúa dividiendo la política y la opinión pública. (PA) (Agencia Fides 31/8/2009; líneas 37, palabras 493)


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