AMERICA/URUGUAY - La iglesia considera “un nuevo y grave atentado contra la vida y la dignidad humana” el proyecto de ley que permite la investigación científica con células madre embrionarias

jueves, 23 julio 2009

Montevideo (Agencia Fides) – La Archidiócesis de Montevideo considera un "nuevo y grave atentado contra la vida y la dignidad humana, un hecho contrario a los valores propios de la Iglesia" el proyecto de ley del Gobierno uruguayo que permite la investigación científica con células madre embrionarias, según ha afirmado su portavoz, Miguel Ángel Pastorino. Recordó además que "la Iglesia no está en contra del uso de células madre para la investigación, pues se ha demostrado que puede tener muchos beneficios para la salud, pero sí se opone a la utilización de embriones (humanos) con ese fin".
El proyecto de ley en cuestión fue presentado el año pasado por el Instituto Nacional de Donación y Trasplantes (INDT) y modificado en los últimos meses por los senadores oficialistas junto al Ministerio de Salud Pública (MSP). La iniciativa fue votada primero en la comisión de Salud por unanimidad y lo propio sucedió en la Cámara de Senadores la semana pasada. La iniciativa pasó a la Cámara de Diputados, que tiene tiempo hasta el 15 de septiembre para darle la sanción definitiva. La norma necesita la aprobación de las dos cámaras, que en otros temas sensibles, como la ley del aborto, no encontraron el respaldo del presidente del país, Tabaré Vázquez, médico de profesión, quien la vetó (ver Fides 14/11/2008 y 19/11/2008).
La iniciativa regula todas las actividades relacionadas con la obtención y utilización de los tejidos, las células y sus productos de origen humano. Allí se incluye la donación, obtención, preparación, procesamiento, modificación genética, preservación, almacenamiento, transporte, ingreso y egreso del país, distribución, suministro, implantación y desecho de células y tejidos. El proyecto de ley incluye un marco ético, en su tercer artículo: la donación y recepción de células deben tener como fin la preservación o mejora de la calidad de la vida humana y se realizarán "sin fines de lucro". Y agrega que las células conservadas con fines de donación en bancos públicos y privados constituyen "un bien de la comunidad" y el "fin último" lo determinarán "las necesidades institucionales". Se prevé que los profesionales y técnicos que violen la ley serán suspendidos en el ejercicio de su profesión, de seis meses a cinco años, sin perjuicio de las responsabilidades penales que correspondan.
El Instituto Arquidiocesano de Bioética "Juan Pablo II", de la Arquidiócesis de Montevideo, ha alertado por medio de un comunicado, de los peligros de este proyecto de ley de células madre, votado por unanimidad en el Senado El comunicado, afirma que la iniciativa "permite implícitamente la destrucción de embriones humanos para la obtención de células madre, por lo cual viola el primero de los derechos humanos: el derecho a la vida". El instituto advierte que, desde el punto de vista científico, no cabe la menor duda de que el embrión es un individuo de la especie humana, "un ser humano". "De allí se deduce que tratarlo como un simple objeto, un mero proveedor de células madre, que puede ser sacrificado para supuesto beneficio de otras personas, es una gravísima falta ética. El fin no justifica los medios, máxime cuando está en juego la vida humana", se lee en el comunicado. Y recuerda que, pese al "ingente número de embriones humanos destruidos" en el mundo por "esta inmoral línea de investigación científica", hasta ahora no se ha logrado curar "a un solo enfermo a partir de esa práctica aberrante".
El instituto, confía en que "una atenta reflexión sobre estas consideraciones éticas impulsará a los señores legisladores a rectificar el proyecto de ley, durante su próximo tratamiento en la Cámara de Representantes, a fin de que no se introduzca en el orden jurídico nacional un nuevo y grave atentado a la dignidad humana". Los integrantes del instituto también preparan otro comunicado, relativo a la congelación de embriones. (RG) (Agencia Fides 23/7/2009)


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