VATICANO - Fue presentada Caritas in Veritate: la tercera Encíclica del Papa Benedicto XVI “sobre el desarrollo humano integral en la caridad y en la verdad”

martes, 7 julio 2009

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) – Esta mañana fue presentada, en el Aula Juan Pablo II de la Sala de Prensa de la Santa Sede, la tercera Encíclica del Santo Padre Benedicto XVI con el título: Caritas in Veritate. Como destacó el Card. Renato Raffaele Martino, Presidente del Pontificio Consejo de la Justicia y de la Paz, ella “se inserta en la tradición de las encíclicas sociales que, en su fase moderna, inicia con la Rerum Novarum de León XIII, y llega luego de 18 años desde la última encíclica social, la Centesimus Annus, de Juan Pablo II”. Ilustrando los motivos de esta nueva encíclica, el Cardenal mencionó que “la Doctrina Social de la Iglesia tiene una dimensión que permanece y una dimensión cambiante en el tiempo, la cual consiste en el encuentro del Evangelio con los problemas siempre nuevos que la humanidad debe afrontar. Éstos cambian, y hoy lo hacen a una velocidad sorprendente. La Iglesia no tiene soluciones técnicas qué proponer, como claramente nos lo recuerda la Caritas in Veritate, sino que tiene más bien el deber de iluminar la historia humana con la luz de la verdad y el calor del amor de Jesucristo”.
Recorriendo los últimos veinte años que nos separan de la Centessimus Annus, el Cardenal puso en evidencia los grandes cambios registrados: las ideologías políticas, que habían caracterizado la época precedente a 1989, parecen haber perdido su virulencia, y parecen haber sido sustituidas por la nueva ideología de la técnica; la acentuación de los fenómenos de la globalización determinados por una parte por el final de los bloques contrapuestos y, por otra parte, por la red informática y telemática mundial (la encíclica analiza la globalización no en un solo punto, sino a lo largo de todo el documento, tratándose este fenómeno de algo, como se dice hoy, “transversal”: economía y finanzas, ambiente y familia, culturas y religiones, migración y tutela de los derechos de los trabajadores; todos estos elementos, además de otros, son sus ámbitos de influencia); las religiones han regresado a la escena pública mundial mientras un laicismo militante y no pocas veces exasperado, tiende a marginar la religión de la esfera pública; el emerger, por parte de algunos países, de una situación de retraso, que está cambiando notablemente los equilibrios geopolíticos mundiales”.
El Cardenal Martino puso luego en evidencia la particular relación que une esta encíclica a la Populorum Progressio: “inicialmente la Caritas in Veritate había sido pensada por el Santo Padre como una conmemoración de los 40 años de la Populorum Progressio de Pablo VI”, pero su redacción requirió más tiempo y se superó la fecha del cuadragésimo de dicha encíclica, lo que no anula su importante ligazón con la encíclica paulina. El primer capítulo de la encíclica retoma, en efecto, la Populorum Progressio y relee sus enseñanzas dentro del marco del magisterio de Pablo VI en su conjunto. “El tema de la Caritas et Veritate no es el ‘desarrollo de los pueblos’, sino ‘el desarrollo humano integral’, sin que ello comporte la desatención al primero. Se puede decir, pues, que la perspectiva de la Populorum Progressio es ampliada en continuidad con sus profundas dinámicas”. “La Caritas in Veritate pone muy a la luz el que Pablo VI haya ligado estrechamente la Doctrina Social de la Iglesia a la evangelización (Evangelii Nuntiandi) y haya previsto la importancia central que habrían asumido en las problemáticas sociales y los temas ligados a la procreación (Humanae Vitae). La perspectiva de Pablo VI y los temas de la Populorum Progressio están presentes en toda la Caritas et Veritate”.
La Caritas et Veritate, según el Card. Martino, hace propias tres perspectivas de la encíclica de Pablo VI. La idea de que “el mundo sufre a causa del pensamiento” (PP 85); “No hay verdadero humanismo sin apertura hacia el Absoluto” (PP 42); “en la raíz del subdesarrollo hay una falta de fraternidad” (PP 66). La encíclica de Benedicto XVI habla también de la actual crisis económica y financiera, aunque no sea ese su tema central. “La crisis actual pone en evidencia, según la Caritas et Veritate, que la necesidad de repensar también el modelo económico llamado ‘occidental’, solicitada por la Centesimus Annus hace más o menos 20 años, no se ha concretizado de manera profunda. Afirma esto, pero lo hace luego de haber aclarado que –como lo había visto ya Pablo VI, y más aún lo vemos nosotros ahora– el problema del desarrollo se ha vuelto poli céntrico y el cuadro de las responsabilidades, de los méritos y de las culpas, se ha articulado en buena medida. De esta manera la crisis se vuelve ocasión de discernimiento y de nueva proyección. De la encíclica surge una visión en positivo, de aliento a la humanidad para que pueda encontrar los recursos de verdad y de voluntad para superar las dificultades. No se trata de un entusiasmo sentimental, ya que en la Caritas et Veritate se identifican con lucidez y preocupación todos los problemas principales del subdesarrollo de vastas áreas del planeta. Se trata más bien de un aliento fundado, consciente y realista, pues en el mundo se encuentran actuando muchos protagonistas y agentes de la verdad y del amor, y porque el Dios que es Verdad y Amor está obrando siempre en la historia humana”. (S.L.) (Agencia Fides 7/7/2009; líneas 59, palabras 901)


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