AFRICA - Golpes y crimen organizado amenazan los progresos realizados en la consolidación de la estabilidad y de la seguridad en África occidental, afirma el máximo representante de la ONU para la región

miércoles, 8 julio 2009

New York (Agencia Fides) – Los recientes progresos en la consolidación de la estabilidad y de la seguridad en África occidental han sido amenazados por los golpes de Estado y por el crimen organizado. Lo ha afirmado Said Djinnit, representante especial para África occidental del Secretario General de la ONU, ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Djinnit, que presentó a los miembros del Consejo de Seguridad la última relación de la Oficina de las Naciones Unidas para África occidental (UNOWA), se mostró preocupado por la recrudescencia de la violencia y por los cambios inconstitucionales de gobierno. “Son estas – dijo – las amenazas más alarmantes contra la paz y la estabilidad en África occidental, añadiendo que todos los recientes cambios de gobiernos inconstitucionales del continente – con excepción de Madagascar – se han verificado en África occidental.
Djinnit reconoció los progresos realizados en los últimos años y alabó la determinación la que los países de la región han decidido afrontar sus problemas, lo que ha llevado a una fuerte reducción de la violencia en toda la subregión, hasta el punto que “actualmente no se desarrolla ningún conflicto armado en África occidental”. Al mismo tiempo, sin embargo, ha recordado que el progreso es frágil, como ejemplificado por el golpe de Estado en Mauritania, la continua crisis política y constitucional en Níger, el terrorismo en la franja de Sahel y las consecuencias sobre las economía de la región de la crisis económica mundial.
Otra amenaza es el tráfico de droga, que representa un desafío clave para la seguridad de la zona, que ha llegado a ser un nodo del tráfico de cocaína entre América latina y Europa. Las organizaciones criminales explotan, en efecto, las debilidades de los Estados de África occidental, incluyendo las fronteras poco controladas, la abundancia de jóvenes desocupados, la corrupción difundida y la pobreza en la que vive la mayoría de la población.
Sobre este punto intervino Antonio Maria Costa, Director Ejecutivo de la Oficina de las Naciones Unidas para la droga y el crimen (UNODC), que afirmó que han disminuido los cuantitativos de droga que atraviesan la región.
Costa afirmó que cada año alrededor de 20 toneladas de cocaína – 100 mil millones de dólares – atraviesan todavía hacia África occidental, y advirtió que no hay ninguna garantía de que los volúmenes sigan bajando. “Quizás los flujos de droga se han reducido temporalmente porque los grupos criminales mantienen un perfil bajo para reducir los riesgos al mínimo”, explicó Costa.
Los recientes desórdenes en Guinea-Bissau y en Guinea demuestran, según Costa, que “hay fuerzas que tienen una participación en actividades ilícitas”.
El Director del UNODC destacó además que las drogas no son el único producto del tráfico ilícito en la región, pues el África occidental también es zona de tránsito para el contrabando de cigarrillos y armas, así como para la falsificación de medicinas y el robo de petróleo. “Todas estas actividades están en manos del crimen organizado, que está minando el estado de derecho, el ambiente, el respeto de los derechos humanos y la tutela de la salud”, destacó Costa, quien recordó que en algunos casos el valor del tráficos de las mercaderías ilícitas supera el producto bruto interno (PIL) de los países del África occidental, que están entre las economías más pobres del mundo. Se debe pensar que el valor de 45 millones de píldoras contra la malaria falsificadas, 450 millones de dólares, es superior al PIL de Guinea-Bissau. (L.M.) (Agencia Fides 8/7/2009; líneas 41, palabras 569)


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