ASIA/CAMBOYA - Del Año Paulino al Año Sacerdotal: un río de gracia para la comunidad católica

lunes, 6 julio 2009

Phnom Penh (Agencia Fides) – El don de la gracia de Dios pasa a través de los eventos y de las celebraciones que la Iglesia le propone al pueblo de Dios. Con este espíritu la Iglesia camboyana concluyó en los días pasados el Año Paulino y ha abierto al Año Sacerdotal.
El Año de San Pablo ha sido una ocasión para lanzar varias iniciativas con vistas a divulgar la vida y la espiritualidad del Apóstol de los Gentiles. En particular, el Vicariato Apostólico de Phnom Penh, durante el Año Paulino, realizó un estudio entre los fieles titulado “Veinte años de evangelización: 1989-2009”, ya que en 1989 fue erigido el Vicariato. Además, 1989 es también el inicio de una “nueva vida” para la pequeña comunidad camboyana, después de los duros tiempos de la represión de los khmer rojos. El estudio reveló muchas “buenas nuevas” de la vida de la Iglesia local. En veinte años han nacido 38 comunidades nuevas y ha crecido sensiblemente la formación espiritual y misionera de los fieles.
En las celebraciones de clausura del Año Paulino participó S. E. Mons. Salvatore Pennacchio, Nuncio Apostólico en Camboya. El Nuncio, hablando a más de mil fieles reunidos, afirmó que “San Pablo recuerda a la Iglesia la variedad de carismas, que están puestos todos al servicio de la comunidad”.
Por otra parte, el Vicario Apostólico de Phnom Penh, S. E. Mons. Emile Destombes, difundió una carta por la clausura del Año de San pablo, subrayando tres puntos útiles a la comunidad: estar unidos en la humildad; tener un espíritu misionero, en la caridad; continuar en la formación para crecer en el conocimiento de la Palabra de Dios.
El Nuncio Apostólico visitó por su parte el Seminario Mayor de Phnom Penh, dedicado a San Juan María Vianney, celebrando las Vísperas con los seminaristas y con un nutrido grupo de jóvenes. La atención se dirigió entonces al Año Sacerdotal: al término de las Vísperas, Mons. Pennacchio veneró la reliquia del Santo Cura de Ars, custodiada en la Capilla del Seminario. El Nuncio invitó a todos los fieles a orar por los sacerdotes, y a pedir al Señor vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada para la Iglesia en Camboya. (PA) (Agencia Fides 6/7/2009; líneas 25, palabras 367)


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