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Roma (Agencia Fides) - Dos testimonios de inmigrantes chinos, el primera en el napolitano lugar por excelencia de fábricas y el segunda en Londres, dónde la comunidad china es una antigua realidad histórica de integración, destacan las dificultades de quien se ha alejado de la patria para buscar suerte y se ha encontrado con una realidad que no había previsto. El chino propietario de una fábrica en Terzino afirma: "En el china no estaba muy bien económicamente. Por eso vine al extranjero. Durante algunos años he estado bien. Pero ahora la familia está aquí y trabajamos todos, pagamos alquiler, agua.... Ganamos justo lo necesario para comer, nada de ahorros. Eso es todo. Quisiera volver a China: ¡ahora se ha desarrollado! Pero no tengo dinero para volver a casa. El trabajo es escaso, no ganamos mucho, pero ¿qué otra solución tengo?” El chino que vive en Londres recuerda: Llegué a finales de 1960. Todo era difícil, casi todos los chinos han vivido mi misma experiencia. Siendo él último en llegar, los otros eran prepotentes conmigo, como sucede en todas partes. Había muchos chinos clandestinos ilegales. No conocían a nadie. Para ellos era aún más difícil encontrar un trabajo. Ahora los clandestinos son cada vez más. El entorno es cada vez más, podemos decir, delicado. Hay otros refugiados, por lo tanto la condición es aún más difícil. Para vivir tienes que ser fuerte, o bien tienes que hacer cosas ilegales". (Luca De Mata) (Anticipo del programa televisivo "La maleta con la cuerda": 4 episodios de un estudio sobre la emigración en el mundo que será emitido por la Rai Uno a partir del 29 de junio). (Agencia Fides 15/6/2009)
