AMERICA/ECUADOR - “La migración, antes que un problema, es ya un motivo de esperanza y una oportunidad para construir juntos un mundo mejor, más fraterno y solidario”: Mensaje final del IV Encuentro del Plan Andino Hispano de Migraciones

viernes, 5 junio 2009

Quito (Agencia Fides) – “La realidad de la migración está llena, tanto de oportunidades como de incertidumbres y peligros para las personas que se ponen en camino. En América Latina y el Caribe este signo de los tiempos, resultado de causas económicas, políticas y de violencia, constituye un fenómeno a veces dramático que afecta a millones de personas: emigrantes, desplazados y refugiados”, se lee en el documento final publicado después de la realización del IV Encuentro del Plan Andino Hispano de Migraciones en Quito (Ecuador) con el tema "Atención Pastoral a migrantes Andinos y Latinoamericanos".
En el Encuentro participaron 35 personas, en representación de las conferencias Episcopales y de las Cáritas de Colombia, Perú, Venezuela, Ecuador, Estados Unidos, España e Italia. El evento se enmarca en un proceso de trabajo conjunto iniciado desde hace más de cuatro años, en el afán de brindar una respuesta efectiva y con mayores impactos a la población involucrada en procesos migratorios.
La iglesia Católica, según se recuerda en el comunicado, acompaña a estos hermanos “y desea servirles cada vez mejor en las distintas fases del proceso migratorio”, “reconociendo la emigración como un derecho” y preservando “la dignidad humana del migrante en toda circunstancia”.
Según afirman “en EEUU, país constituido en una larga historia de procesos migratorios, la atención pastoral específica a los que llegan de fuera cuenta con una rica experiencia de iniciativas y de respuestas institucionales contrastadas y en permanente proceso de renovación”. En Europa, por el contrario “siendo relativamente nueva la llegada de fuertes flujos migratorios desde América Latina, la primera preocupación ha sido ayudar al migrante frente a los riesgos de precariedad social y económica, fortaleciendo su integración social. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos realizados, la integración eclesial resulta todavía en muchos casos débil e incipiente”.
Los participantes en el encuentro realizan algunas sugerencias para fortalecer la atención pastoral a los emigrantes. En primer lugar consideran que “es necesario superar, tanto por parte del migrante como de la sociedad de acogida, una valoración economicista de la migración, dando paso a una visión de la misma como un derecho y una posibilidad de desarrollo humano integral”. Además se debe respetar la identidad cultural del migrante lo cual implica sensibilidad hacia los valores de las diferentes culturas, adaptar las estructuras pastorales existentes para garantizar una atención adecuada, asegurar que la pastoral de conjunto integre la pastoral migratoria y de movilidad humana y le de la importancia que requiere.
Por otro lado recuerdan la importancia de una atención especial a la dimensión religiosa de la vida del migrante, así como la necesidad de que “las Iglesias de origen fortalezcan su compromiso de acompañar pastoralmente a los migrantes en el discernimiento de sus decisiones, en la inserción en los países de destino y en el posible retorno, prestando especial atención a las situaciones de desintegración familiar”.
Consideran también muy importante que se intensifique el dialogo entre Conferencias Episcopales e instituciones eclesiales de los países andinos con las de EEUU y Europa, definiendo nuevas fórmulas de colaboración pastoral y que se promueva la responsabilidad de de agentes pastorales adecuadamente formados para atender a la población migrante
SE deben promover también “políticas, reglamentos y prácticas migratorias que fomenten la unidad familiar”.
“Estamos convencidos de que la migración, antes que un problema, es ya un motivo de esperanza y una oportunidad para construir juntos un mundo mejor, más fraterno y solidario”, concluye el texto. (RG) (Agencia Fides 5/6/2009)


Compartir: