ASIA/SRI LANKA - Terminado el conflicto aún es incierto el futuro de los 300 mil prófugos Tamil

miércoles, 3 junio 2009

Colombo (Agencia Fides) – Mientras las armas callan en Sri Lanka la cuestión más complicada es el de la sobrevivencia, de la colocación y del futuro de los prófugos Tamil, víctimas de los últimos meses de guerra.
Se trata de más de 300 mil refugiados internos, obligados a vivir al límite de la sobrevivencia en los campos de prófugos alistados por el gobierno y por las agencias humanitarias como la del Alto Comisionado ONU para los refugiados (Acnur) y por Caritas.
Las Ong están colaborando con el gobierno del país en la ayuda de emergencia necesaria para los refugiados de las zonas afectadas por el conflicto en los últimos meses. Los casi 300 mil prófugos están alojados actualmente en 40 lugares de emergencia diseminados en los distritos de Vavuniya, Jaffna y Trincomalee, mientras se trabaja rápidamente para construir nuevos refugios de emergencia, en la distribución de ayuda regular no alimentaria y para monitorear las medidas de protección.
Hasta el momento se han preparado 8,800 refugios de emergencia y más de 14,000 carpas, pero se va avanzando en la medida en que las autoridades civiles van liberando terreno en las zonas afectadas por la crisis. El trabajo, en colaboración con el gobierno de Colombo, continúa con el objetivo de dar una mejor respuesta a la emergencia. En esta operación están involucrados funcionarios del gobierno nacional así como de las administraciones locales, ya que tienen un contacto más directo con las actividades humanitarias que se están realizando en el campo.
En este momento es prioritario – afirman los agentes que están en el campo – descongestionar y mejorar las condiciones del lugar, dar estabilidad a la población y preparar el regreso a las zonas de proveniencia. El Acnur ha iniciado también un diálogo con el gobierno para asegurar la libertad de movimiento de los refugiados que se encuentran en los campos. Por su parte, el gobierno ha dado ya algunos pasos positivos confiando a instituciones especializadas la atención de personas con necesidades particulares, como los ancianos y mujeres encintas, permitiendo además la reunión de las familias que se vieron obligadas a separarse durante la fuga.
Actualmente se está completando el control de la población de refugiados, para separara a los ex-combatientes de los civiles, de manera que estos últimos puedan moverse con libertad dentro y fuera de los campos.
El objetivo final es normalizar la vida de la población y asegurar el regreso a sus casas apenas las condiciones lo permitan. Esto significa que se deberán enfrentar algunas cuestiones pendientes. La seguridad, el desmantelamiento y la remoción de bombas y minas; los controles que se tienen que hacer en los pueblos, la reconstrucción de las casas dañadas; el desarrollo de la infraestructura y la reconstitución de la administración civil en los distritos y provincias afectados por la crisis. Uno de los dramas del conflicto – lo recordó S.E.R. Mons. Thomas Savundaranayagam, Obispo de Jaffna – es que los Tigres Tamil usaron a los civiles como escudos humanos, impidiéndoles abandonar las zonas del conflicto. Esta gente en la actualidad necesita ayuda inmediata así como a largo plazo. (PA) (Agencia Fides 3/6/2009 líneas 39 palabras 526)


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