VATICANO - La Cruz de las JMJ en L’Aquila “ha llevado coraje y esperanza en el futuro, para afrontar la reconstrucción sin temores"

miércoles, 3 junio 2009

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) – Ha tenido lugar del sábado 30 de mayo al martes 2 de junio la peregrinación de la Cruz de las jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ) en Abruzzo, en los lugares golpeados por el terremoto desolador del 6 de abril. 17 jóvenes "misioneros de la Cruz”, representantes del Consejo Pontificio para los laicos (Pcl), de la diócesis de Roma, del Emmanuel School of Mission, del Centro internacional juvenil San Lorenzo de Roma y del ágora de los jóvenes de la CEI, dirigidos por el padre Eric Jacquinet, responsable de la Sección Jóvenes del Pcl han llevado el símbolo de la JMJ a diversos lugares afectados por el sismo.
Como recuerda el comunicado del Consejo Pontificio para los Laicos - Sección Jóvenes, la peregrinación comenzó el 30 de mayo, desde el Centro San Lorenzo de Roma, dónde es custodiada la Cruz, donada por Juan Pablo II hace veinticinco años. El primer lugar visitado por la Cruz ha sido la Casa del Estudiante de L’Aquila. El día siguiente la Cruz ha sido transportada, en jeep descubierto a la escuela de Guardia de Financia, dónde el arzobispo de L’Aquila, Mons. Giuseppe Molinari, ha otorgado el sacramento de la Confirmación a unos 150 jóvenes. La Cruz permaneció hasta el 1° de junio acogida por las comunidades locales que se encuentran en los diversos campamentos, dónde ha sido recibida en un clima de fiesta y oración.
El 2 de junio la Cruz se ha detenido en la plaza de la Catedral, en el casco antiguo de la capital abruzzese, zona prohibida a causa de la peligrosidad debida a los daños del terremoto. Aquí los jóvenes misioneros, asistidos por los Bomberos, han rezado "por la reconstrucción material y moral de la ciudad". Continuando en el jeep descubierto, la Cruz ha sido trasladada al santuario de San Gabriel de la Dolorosa, en Isola del Gran Sasso, que ha albergado el encuentro de jóvenes de Abruzzo y Molisa al final del trienio pastoral del ágora de los jóvenes italianos. La Cruz, después de haber sido venerada durante la Santa Misa, ha vuelto a Roma en la noche del 2 de junio.
“Ha sido una provocación por nosotros que la acompañábamos y para quienes la han acogido - afirma el Padre Eric Jacquinet, responsable de la Sección Jóvenes del Pontificio Consejo para los Laicos -. Hemos visto la alegría en los rostros de muchas personas que han podido rezar ante la Cruz, la emoción de Mons. Molinari al ver entrar la Cruz llevada por los nuevos confirmados, la conmoción del párroco que ha podido tocar esa Cruz que siempre había visto de lejos en las JMJ, precisamente en su tienda, el acto de confianza de la mujer que ha perdido en el sismo a su hija y nietas". "La Cruz ha llevado ánimo y esperanza para el futuro, para afrontar la reconstrucción sin temores – confirma don Dino Ingrao, responsable del Servicio para la pastoral juvenil de la diócesis de L’Aquila - y sobre todo para pedir al Señor la fuerza para reconstruir moralmente nuestras comunidades". Durante la peregrinación han sido cerca de 3.500 las personas que han venerado la Cruz. A cada uno se les ha entregado como regalo una pequeña cruz de madera, copia de la original. El domingo 31 de mayo, en las palabras después del Regina Cæli, Benedicto XVI se ha unido en oración con los jóvenes del Abruzo, duramente golpeados por el sismo, pidiendo "a Cristo muerto y resucitado que derrame sobre ellos su Espíritu de consuelo y esperanza". (S.L) (Agencia Fides 3/6/2009)


Compartir: