ASIA/JAPÓN - Caritas en acción para contrastar la emergencia de la desocupación en tiempo de crisis

jueves, 28 mayo 2009

Tokio (Agencia Fides) – Es un fenómeno que preocupa cada vez más a las instituciones, a la política y a la sociedad. La desocupación en Japón es un fenómeno en extensión, sobre todo por los efectos de la crisis económica. En pocos meses ha crecido mucho.
Según los observadores, los años en los que Japón crecía al doble en relación al promedio occidental y conquistaba primados en todos los sectores industriales de punta hoy han quedado lejos. En el último decenio la economía japonesa se ha prácticamente estancado y, ahora, con la crisis global, se ha deteriorado más. En el campo ocupacional el Japón se ha visto gravemente afectado, la tasa de desocupación ha llegado al 4,8%, la más alta en los últimos cuatro años.
Según cálculos oficiales, el número de los que no tienen trabajo ha subido de 670,000 unidades en relación al año anterior, llegando a 3,3 millones, superando por primera vez, desde octubre del 2005, el límite de tres millones de unidades.
La desocupación tiene consecuencias graves en el plano social, en la vida de las familias, en la psicología de los jóvenes y mina las bases mismas del futuro de la nación.
Es por eso que también la Iglesia japonesa se está moviendo para enfrentar el problema, que es considerado en Japón una prioridad desde el punto de vista político, social y económico.
La Comisión Episcopal para los Asuntos Sociales hizo un llamado de emergencia titulado “Salvar vidas”, en el que se analiza el fenómeno y sus consecuencias negativas en toda la sociedad japonesa. Como consecuencia de este llamado, Caritas lanzó una campaña llamada “Contribuciones de emergencia para salvar vidas”, invitando a las diócesis, a las parroquias, asociaciones y a todos los fieles a contribuir con un fondo de solidariedad destinado a sostener a las familias desocupadas.
El fondo, que ya logro juntar 3,2 millones de yen, está siendo utilizado para apoyar a las familias en sus gastos cotidianos (como el costo del alquiler, el costo de la educación etc.) y para gastos extraordinarios (como medicinas). Muchos acuden al fondo de solidaridad cuando se les vence el cheque de desocupación que, por un periodo, constituye un apoyo para las familias en dificultad.
Caritas también ha organizado una oficina que se ocupa de conseguir empleos y de buscar oportunidades de trabajo, juntando pedidos y ofertas de trabajo, llevando a cabo una obra de mediación y, en algunos casos, de garantía. (PA) (Agencia Fides 28/5/2009 líneas 30 palabras 418)


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