EUROPA/ITALIA - Europa como tierra de encuentro: presentado en Roma el volumen “Al origen de la diversidad”

miércoles, 20 mayo 2009

Roma (Agencia Fides) - “Una de las cuestiones más debatidas, actualmente, acerca de Europa es la del multiculturalismo”. Con estas palabras Javier Prades, docente de Teología en Madrid, inició su intervención durante el congreso promovido por la Fundación para la Subsidiariedad y por el Centro Cultural de Roma de Comunión y Liberación. El congreso, con el título “Enigma Europa. Los muchos desafíos para el viejo continente” se concentró sobre la presentación del volumen “Al origen de la diversidad” (Ed. Guerini y asociados). Prades explicó que el multiculturalismo, en el libro, ha sido afrontado en la única manera razonable posible, con un método interdisciplinar, ya que las cuestiones inherente a la relación entre Europa y el multiculturalismo son múltiples (sociales, culturales, religiosas, económicas).
Un libro que expresa, a través de las intervenciones de los expertos en varias disciplinas, una unidad de concepción, que ha producido la capacidad de identificar las cuestiones más urgentes y difíciles; un volumen realizado a través de diversos trabajos, ya que no trata de resolver cuestiones que están continua evolución, sino que se coloca como un intento de análisis de las problemáticas existentes. “Multiculturalidad es un hecho – prosiguió Prades – multiculturalismo es una interpretación”. Prades inició con el análisis del hecho: multiculturalidad significa que hoy en nuestras tierras hay hombres y mujeres de culturas y religiones diversas. “Esto quiere decir que Europa vuelve a ser, una vez más en su historia, tierra de encuentro”. Por esto el debate sobre Europa ya no es un debate teórico, porque es necesario “partir de nuestra experiencia y de aquello que nos sugiere”, siguió Prades, “y comparar nuestra experiencia con una pregunta: ¿todo lo que sucede en nuestros barrios, en nuestras ciudades, en nuestras oficinas tiene un sentido o no?”.
Se detuvo luego a afrontar el tema de la convivencia, que es un bien para sí mismo, pero demasiado frecuentemente, por moda, es vinculado al tema de la diferencia; la teoría de la diferencia, sin embargo, es hija del relativismo, y por lo tanto crea desapego y lejanía. El otro, en efecto, no es nunca totalmente extraño: si fuese así la sociedad se caracterizaría exclusivamente por la violencia y sus derivados. El otro es siempre otro “yo”, se puede reconocer la identidad con el otro, y esto permitirá el reconocimiento de las diferencias. “Eres otro, pero eres como yo”: a la base de esta relación está una unidad de fondo, dada por la posesión de las exigencias elementales, que hacen a todos los hombres iguales. “Y frecuentemente es justamente el encuentro con el otro que me hace comprenderme mejor a mí mismo”, afirmó Javier Prades cerrando el congreso. Estuvo presente asimismo Marta Cartabia, docente de Derecho Constitucional en la Universidad de Milano-Bicocca, que se detuvo sobre la cuestión de los derechos humanos: “El gran motivo por el que hoy los derechos humanos son cada vez menos reconocimiento de lo que pertenece a todo hombre, y aparecen empuñados por alguna ideología, es que estamos ante una sociedad que responde a cada nuevo problema poniéndolo en forma de derecho humano”, afirmó la docente. “Esta intento de responder con el derecho a los nuevos problemas que se presentan – como el caso de Eluana y el de los recientes inmigrados regresados por mar – hace saltar totalmente la dinámica del encuentro con el otro y del diálogo crítico con el otro, que puede ser la fuente para encontrar una posible vía de solución”. (P.C.) (Agencia Fides 20/5/2009; líneas: 42; palabras: 591)


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