AFRICA/SOMALIA - Se agrava el enfrentamiento entre las fuerzas del gobierno y los rebeldes ligados al extremismo

martes, 19 mayo 2009

Mogadiscio (Agencia Fides) – Se agrava la situación en Somalia, donde las dos “almas” de las Cortes Islámicas, aquella “moderada” (como la definen los medios de comunicación occidentales) que ha tomado el control del gobierno de transición nacional, y aquella “extremista”, ligada al movimiento de los “Shebab”, se enfrentan por el control de Somalia centro-meridional y de la capital, Mogadiscio.
El 17 de marzo, los “Shebab” obtuvieron una importante victoria conquistando la estratética ciudad de Johwar, 90 kilómetros al norte de Mogadiscio, y ahora se estarían dirigiendo hacia Beledweyne. A unos 20 kilómetros de esta última localidad, algunos testimonios habrían visto llegar tropas etiópicas fuertemente equipadas. Etiopía se había retirado oficialmente de Somalia el pasado enero, pero continúa siguiendo con preocupación los eventos en el país vecino. Un portavoz del Ministro del Exterior etiópico, sin embargo, ha desmentido la noticia de la presencia militar etiópica en Somalia, definiéndola “una historia completamente inventada. No tenemos ningún proyecto de entrar en el territorio somalo”.
En Somalia hay un pequeño contingente de la Unión Africana, formado por soldados ugandeses y burundeses, con la tarea de apoyar al gobierno de transición del Presidente Sheikh Ahmed. Sin embargo, la avanzada de los “Shebab” en la región del Medio Shebeli, en las inmediaciones de la capital, constituye un fuerte grito de alarma para el Jefe de Estado. La mayoría de la población en el área, en efecto, pertenece al importante sub-clan de los Abgal, al que pertenece el Presidnete, que por este motivo consideraba dicha región como una especie de feudo. El Presidente Ahmed parece, sin embargo, haber perdido consenso entre las poblaciones por la fragilidad de su gobierno, así como por no haber entregado las ayudas prometidas y por la gestión nepotista y clientelar de los nombramientos a los cargos del gobierno y administrativos.
Ahora los rebeldes controlan la mayor parte del centro y sur de Somalia, y continúan recibiendo armas, según parece también de Eritrea. Etiopía y Eritrea parecen, en efecto, llevar a cabo una guerra indirecta contra Somalia. A esto se agregan los intereses de las redes terroristas e internacionales de obtener en Somalia una base segura, y los intereses de diversas potencias de controlar el acceso al Mar Rojo, del que Somalia es uno de los puntos clave.
Se trata de una situación de profunda gravedad, en la que los civiles llevan la peor parte. Según el Alto Comisariato ONU para los Refugiados (UNHCR) 42 mil personas han tenido que abandonar Mogadiscio desde que el 7 de mayo se desataron los combates entre los integristas islámicos y las tropas del gobierno. (L.M.) (Agencia Fides 19/5/2009; líneas 34, palabras 444)


Compartir: