VATICANO - Benedicto XVI en Tierra Santa (5) - El encuentro con los Jefes religiosos musulmanes: "Musulmanes y Cristianos deben comprometerse hoy por ser conocidos y reconocidos como adoradores de Dios fieles a la oración, misericordiosos y compasivos”

lunes, 11 mayo 2009

Amman (Agencia Fides) - A las 11.30 horas del sábado 9 de mayo, el Santo Padre Benedicto XVI ha realizado una breve visita al Museo Hashemita anexo a la Mezquita "Al-Hussein Bin Talal". Al término se ha reunido fuera del lugar de culto, con los Jefes religiosos musulmanes, el Cuerpo Diplomático y los Rectores de las Universidades jordanas. Lugares de culto, como esta estupenda mezquita de Al-Hussein Bin Talal, dedicada al venerado rey difunto, se alzan como joyas sobre la superficie de la tierra- ha dicho el Pontífice -. Desde las antiguas a las modernas, desde las espléndidas a las humildes, todas hacen referencia a lo divino, al Único Trascendente, al Omnipotente. … Por este motivo debemos preocuparnos por el hecho de que hoy, con insistencia cada vez mayor, algunos consideran que la religión ha fracasado en su aspiración de ser, por su misma naturaleza, constructora de unidad y de armonía, una expresión de comunión entre personas y con Dios”.
Ciertamente no se puede negar "las tensiones y divisiones entre seguidores de diferentes tradiciones religiosas" ha subrayado Benedicto XVI, " Sin embargo, ¿acaso no sucede con frecuencia que la manipulación ideológica de las religiones, en ocasiones con objetivos políticos, se convierte en el auténtico catalizador de las tensiones y divisiones y con frecuencia también de la violencia en la sociedad?” Frente a los opositores de la religión que "no sólo tratan de acallar su voz sino de sustituirla con la suya", es urgente que "los creyentes sean fieles a sus principios y a sus creencias": "Musulmanes y cristianos, a causa del peso de nuestra historia común tan frecuentemente marcada por incomprensiones, deben comprometerse hoy por ser conocidos y reconocidos como adoradores de Dios fieles a la oración, deseosos de comportarse y vivir según las disposiciones del Omnipotente, misericordiosos y compasivos, coherentes para dar testimonio de todo lo que es justo y bueno, recordando siempre el origen común y la dignidad de cada persona humana, que constituye la cumbre del designio creador de Dios para el mundo y la historia”.
El Santo Padre ha citado a continuación el ejemplo de individuos y comunidades que en Jordania "manifiestan la contribución constructiva de la religión en los sectores educativo, cultural, social, y en otros sectores caritativos de vuestra sociedad civil", promoviendo un mayor conocimiento recíproco y un creciente respeto. "Hoy deseo mencionar una tarea que he presentado en varias ocasiones - ha continuado Benedicto XVI - que creo firmemente que los cristianos y los musulmanes pueden asumir, en particular, a través de su contribución a la enseñanza y la investigación científica, así como al servicio de la sociedad. Esta tarea es el desafío de cultivar para el bien, en el contexto de la fe y de la verdad, el gran potencial de la razón humana. Los cristianos, de hecho, describen a Dios, entre otras maneras, como Razón creativa, que ordena y guía al mundo. Y Dios nos da la capacidad de participar en esta Razón y, de este modo, actuar según el bien. Los musulmanes adoran a Dios, Creador del Cielo de la Tierra, que ha hablado a la humanidad. Y como creyentes en el único Dios, sabemos que la razón humana es en sí misma don de Dios, y se eleva al nivel más elevado cuando es iluminada por la luz de la verdad de Dios. En realidad, cuando la razón humana consiente humildemente ser purificada por la fe no se debilita; al contrario, se refuerza al resistir a la presunción de ir más allá de los propios límites. De esta manera, la razón humana se refuerza en el empeño de perseguir su noble objetivo de servir a la humanidad, manifestando nuestras aspiraciones comunes más íntimas, ampliando el debate público, en vez de manipularlo o restringirlo. Por tanto, la adhesión genuina a la religión, en vez de restringir nuestras mentes, amplía los horizontes de la comprensión humana”.
En tal comprensión de la razón, "juntos, cristianos y musulmanes, están llamados a buscar todo lo que es justo y recto. Estamos comprometidos a sobrepasar nuestros intereses particulares y a alentar a los demás, en particular los administradores y líderes sociales, a hacer lo mismo para experimentar la satisfacción profunda de servir al bien común, incluso en detrimento de uno mismo. Se nos recuerda que precisamente porque nuestra dignidad humana constituye el origen de los derechos humanos universales, éstos son válidos para todo hombre y mujer, sin distinción de grupos religiosos, sociales o étnicos. Bajo este aspecto, tenemos que subrayar que el derecho a la libertad religiosa va más allá de la cuestión del culto e incluye el derecho - en particular de las minorías - del justo acceso al mercado del empleo y a las demás esferas de la vida civil”.
Antes de concluir su discurso, Benedicto XVI ha saludado a Su Beatitud Emmanuel III Delly, Patriarca de Bagdad, cuya presencia "recuerda a los ciudadanos del cercano Irak, muchos de los cuales han encontrado una cordial acogida aquí, en Jordania". Ha dirigido a continuación un llamamiento para que continúen "los esfuerzos de la comunidad internacional para promover la paz y la reconciliación, junto con los de los líderes locales": " Una vez más pido con insistencia a los diplomáticos y a la comunidad internacional representada por ellos, así como a los líderes políticos y religiosos locales, que hagan todo lo posible para asegurar a la antigua comunidad cristiana de esa noble tierra el derecho fundamental a la pacífica convivencia con sus propios compatriotas”. (S.L) (Agencia Fides 12/5/2009)


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