VATICANO - Benedicto XVI al Cuerpo del Guardia Suiza Pontificia: "a fe en Jesucristo y en su amor por los seres humanos, incluso mundos tan diversos pueden formar una cosa sola, creando de esa manera puentes de paz y de solidaridad entre los pueblos”

viernes, 8 mayo 2009

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - "La Iglesia reúne a hombres y mujeres de culturas muy diversas; todos forman una comunidad en la que se vive y se cree juntos y, en las cosas esenciales de la vida, nos comprendemos unos a otros. Esta es una experiencia muy importante que la Iglesia quiere ofreceros para que la hagáis vuestra y la comuniquéis a los demás: la experiencia de que la fe en Jesucristo y en su amor por los seres humanos, incluso mundos tan diversos pueden formar una cosa sola, creando de esa manera puentes de paz y de solidaridad entre los pueblos". Es el deseo manifestado por el Santo Padre Benedicto XVI a los miembros del Cuerpo de la Guardia Suiza Pontificia, recibidos en audiencia con sus familiares el 7 de mayo, con ocasión del juramento de 32 nuevos reclutas.
Subrayando la tarea de los guardias suizos, el Papa ha dicho: "tenéis la tarea de proteger al Sucesor del apóstol Pedro. Lo hacéis sobre todo en la casa del Papa. Lo hacéis en Roma, ciudad, llamada desde siempre 'ciudad eterna'. Aquí, cerca de las tumbas de los Apóstoles Pedro y Pablo, dónde vive el Papa, está el corazón de la Iglesia católica y, allí donde está el corazón y el centro, está también todo el mundo”.
El primero servicio de los guardias está pues ligado al Palacio apostólico: "Debéis velar por la casa del Papa, - ha dicho Benedicto XVI -, pero no solamente por el edificio y sus prestigiosas salas, si no ante todo por las personas con las que os crucéis y a las que brindaréis vuestra amabilidad y atención. En primer lugar por el mismo Papa, por las personas que viven con él y por sus colaboradores y huéspedes en el Palacio". Dirigiendo después la atención a Roma, "la Ciudad eterna, que se distingue por su rica historia y por su cultura", en la que "la misma fe y la oración se han transformado a lo largo de los siglos en piedras y construcciones", el Santo Padre ha afirmado. " Este entorno nos acoge y nos inspira para tomar como modelo a los innumerables santos que han vivido aquí y que nos hacen avanzar en nuestra vida de fe".
Por último, en Roma, dónde se encuentra el centro de la Iglesia universal, "encontramos cristianos de todo el orbe". El Pontífice ha subrayado a continuación: "La Iglesia católica es internacional. Pero en su multiplicidad es, sin embargo, una única Iglesia, que se expresa en la misma confesión de fe y está unida muy concretamente en sus lazos con Pedro y con su sucesor, el Papa".
El Santo Padre ha concluido su discurso deseando a los Guardias Suizoas que su permanencia en Roma "sea espiritualy humanamente edificantes", confiándoles a la intercesión de la Virgen Maria y de sus Patrones, San Martín y Sebastián, juntamente al santo protector de su nación de origen, fray Nicolás de Flüe. (S.L) (Agencia Fides 8/5/2009)


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