ASIA/PAKISTÁN- Más de 40 mil prófugos, entre ellos varios cristianos, en fuga del valle de Swat

jueves, 7 mayo 2009

Islamabad (Agencia Fides) – Aquello que un tiempo era un verde valle, lugar turístico y para el relax, hoy se ha transformado en un infierno: los enfrentamientos entre militares paquistaníes y grupos talibanes se han extendido a todo el territorio del distrito de Swat, en la Provincia de la frontera del Noroeste. El conflicto ha generado en pocos días una ola de más de 40 mil prófugos que han abandonado las casas. Las instituciones internacionales y las ONG han manifestado su preocupación por el fenómenos y están tratando de potenciar las intervenciones humanitarias en la región.
El Alto Comisariato de las Naciones Unidas para los Refugiados está armando nuevos campos en los distritos de Madran y Swabi, donde los prófugos serán llevados. A ellos se suman unos 20 mil refugiados afganos que han atravesado el confín, huyendo de un área de violencia y enfrentamientos militares.
Según las autoridades de la Provincia de la Frontera del Noroeste, otras 500 mil personas residentes en la zona de conflicto y alrededores de Swat podría estar afectadas por las hostilidades actuales y futuras. El ACNUR se dirigió a todas las partes en causa para que respeten los principios humanitarios y garanticen la protección y la libertad de movimiento de civiles encerrados en la zona de conflicto, así como el tránsito de seguridad de la ayuda y de los operadores humanitarios.
Las minorías cristianas están en fuga: desde hace meses grupos talibanes han iniciado a sobreponerse a las autoridades civiles, realizando una campaña de amenazas, intimidaciones y violencia que ha penalizado gravemente a las minorías no islámicas (ver Fides 19/1/2009)
Tras la entrada en vigor de la ley islámica en el distrito de Swat, los talibanes han ocupado también otros territorios en el noroeste del país. Tras las presiones internacionales y del gobierno paquistaní los militantes se han retirado de la zona. El gobierno envió tropas militares al valle de Swat y, cuando los militantes iniciaron a ocupar las oficinas públicas, imponer puestos de bloqueo, cerrar escuelas y negocios comerciales no islámicos, los enfrentamientos con las tropas gubernamentales reiniciaron.
La situación permanece tensa en todo el país y las minorías cristianas se sienten amenazadas, atemorizadas y en la mira de los integralistas. El aumento de la violencia y la expansión de la influencia de los talibanes en la nación están generando creciente preocupación en instituciones internacionales, comunidades religiosas, organizaciones no gubernamentales y movimientos de la sociedad civil. (PA) (Agencia Fides 7/5/2009; líneas 33, palabras 416)


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