VATICANO - "Carta de los catequistas a los catequistas" en el Año Paulino, por los 30 años del Colegio Misionero Internacional San José: “nos sentimos llamados, allí donde vivimos, a ser ante todo la voz y la viva presencia de Cristo"

martes, 5 mayo 2009

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - Presentada durante el reciente Congreso por los 30 años del Colegio Misionero Internacional San José (ver Fides 29/4/2009; 30/4/200), la "Carta de los catequistas a los catequistas", tiene el objetivo de “confirmarnos en nuestra vocación" y de "dar las gracias a Dios" por el don de los creyentes que eligen convertirse en evangelizadores en los países de misión.
El texto recorre la historia del ex Colegio Mater Ecclesiae de Castelgandolfo, hoy hospedado en el campus de la Urbaniana en Roma y bajo la protección de San José, que ofrece una formación académica y pastoral desde 1979 a jóvenes de los cinco continentes. "Estas tres décadas - afirma el texto - muchos jóvenes, hombres y mujeres han visto, profundizar su vocación de laicos y seglares llamados al ministerio de catequistas y animadores de las comunidades cristianas, y a poner a disposición de otros sus competencias y su experiencia. Nos sentimos llamados, allí donde vivimos, a ser ante todo la voz y la viva presencia de Cristo entre los niños, jóvenes, adultos y sus familias, en los grupos sociales, entre los que sufre, a los que queremos llevar el tesoro precioso de la Palabra de Dios, del Evangelio de la Vida, saboreada y asimilada durante nuestra formación".
A continuación los estudiantes del Colegio se centran en los problemas de la misión contemporánea, constatando que "las necesidades de las Iglesias locales y los desafíos de la evangelización" han conocido "desarrollos rápidos y complejos, que intentamos seguir con los estudios y profundizaciones personales y comunitarios, para aprender el arte del discernimiento y calificar nuestra formación". El pensamiento va también a los "muchos catequistas que son testigos del Resucitado en la soledad, en las incomprensiones, en la persecución por motivo de la fe" y a los "numerosos mártires laicos de todos los continentes que han ofrecido su vida por los hermanos y por el Evangelio". "Sentimos, por ello - continúa el documento -, la celebración del 30 aniversario como el principio de una nueva fase de compromiso y responsabilidad" y una invitación a seguir "las huellas de Cristo con la pasión apostólica de Pablo el apóstol de las gentes".
El Año Paulino "es un don precioso” y “nos estimula a todos a seguir su ejemplo y a abrir los ojos del corazón a las necesidades de la humanidad y a la búsqueda de salvación. Que cada uno de nosotros pueda decir con su vida: ‘¡Ahí de mí si no anuncio el Evangelio'! (1 Cor 9,16)". La Carta concluye agradeciendo a la Congregación para la Evangelización de los Pueblos "por su incansable empeño hacia los laicos y la formación de los catequistas". Después se invoca a "Maria, discípula del Señor y estrella de la evangelización" para que nos "acompañe a todos en nuestra misión". (A.M.) (Agencia Fides 5/5/2009)


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