AMERICA/GUATEMALA - La Iglesia pide una reforma migratoria que respete la dignidad y los derechos humanos de los emigrantes

martes, 5 mayo 2009

Ciudad de Guatemala (Agencia Fides) – “Nos solidarizamos con los migrantes y sus familias, que actualmente sufren los embates de las restricciones de las políticas migratorias, que cuenten con nuestra lucha y oraciones”, se lee en el comunicado final emitido por la Pastoral de Movilidad Humana de la Conferencia Episcopal de Guatemala, presidida por Mons. Álvaro Ramazzini Irmei
Obispo de San Marcos.
La iglesia aboga por medio de este documento por una reforma migratoria pues “ante el drama vivido por la población migrante, quiere externar su profunda solidaridad por las personas que son víctimas de las redadas y deportaciones, que se han efectuado en los últimos años”.
En primer lugar manifiestan su preocupación por el crecimiento del flujo migratorio, “producto del agravamiento de la pobreza y la falta de oportunidades laborales”. Recuerdan que todas las personas “tienen el derecho intrínseco a no emigrar, es decir a vivir y encontrar oportunidades de vida en su patria”, pero a la vez “tienen el derecho a migrar para mantenerse a ellos mismos y a sus familias, cuando sus derechos fundamentales son negados”. Por ello, deben ser protegidos por los Estados y su dignidad humana y derechos deben ser respetados. Manifiestan también su rechazo a “actitudes tales como la discriminación, el racismo y la xenofobia”, pues “los inmigrantes son hijos Dios; personas con nombres, rostros, esperanzas y temores…. seres humanos que merecen ser tratados con dignidad”.
Según explica Mons. Ramazzini, “en los últimos tiempos las leyes y normas de inmigración, se han vuelto más restrictivas y represivas en contra de los inmigrantes”, especialmente en Estados Unidos, con un aumento de las persecuciones, redadas y deportaciones de inmigrantes. Efectivamente según datos oficiales hasta el 24 de abril, 8,661 migrantes guatemaltecos han sido deportados de EE UU, entre ellos, 7,558 hombres, 887 mujeres, 185 hombres menores de edad y 31 mujeres menores de edad
Por ello, como Iglesia, “abogamos grandemente para que se realice una verdadera reforma migratoria a favor de los millones de inmigrantes en situación irregular”, se lee en el texto. Lo cual ayudaría a “la legalización de los más de 12 millones de indocumentados, en su mayoría latinoamericanos, que viven y trabajan en Estados Unidos”.
Ciertamente, según se lee en el comunicado, “una reforma migratoria en estos tiempos difíciles es compleja”, reforma que por otro lado “enfrentará graves resistencias en algunos sectores políticos y económicos”. Pero al mismo tiempo, lo consideran como “una gran oportunidad, principalmente en estos tiempos tan difíciles, lo cual, beneficiaría a las familias que están divididas, destruidas por las falta de políticas claras”. Esta reforma, explica Mons. Ramazzini, “debe atender y tener en cuenta las implicaciones morales y humanas para todas las personas, es decir, respetar la dignidad y los derechos humanos de los migrantes”.
Como Iglesia Católica, la Pastoral de Movilidad ofrece a continuación algunas recomendaciones para la reforma migratoria como son: Simplificación y rediseño del sistema legal vigente; Establecer una vía factible y viable para la obtención de un estatus de residencia legal permanente, para los inmigrantes irregulares que ya se encuentran en los Estados Unidos; Crear un mecanismo de amplios medios legales para la reunificación familiar; Creación de una Comisión Permanente de Inmigración, que se encargue de la implementación de política migratoria; Creación de una Oficina Nacional de Integración de la Inmigración; Adoptar medidas que permitan el aumento del número de inmigrantes a los que se permite trabajar y residir en los EEUU.
Por ultimo, realizan un llamamiento al gobierno de Guatemala y los gobiernos de la región, “para que conformen un grupo de seguimiento, para la reforma migratoria, es decir, que Centroamérica y México se unan como bloque por el interés común que tienen para el bienestar de sus connacionales, para que la nueva ley migratoria sea una realidad, y de beneficio a los migrantes en situación irregular”. (RG) (Agencia Fides 5/5/2009)


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