VATICANO - A los miembros de la Papal Foundation el Santo Padre les recuerda que, especialmente cuando los tiempos son difíciles, “debemos seguir siendo faros de esperanza, de fuerza y de apoyo para los demás, especialmente para los que no tiene a nadie más que se ocupe de ellos”

lunes, 4 mayo 2009

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) – “Dentro de algunos días tendré el privilegio de visitar la Tierra Santa. Iré como peregrino de paz. Como bien sabéis, por más de sesenta años esta región – la tierra que ha visto el nacimiento, la muerte y la resurrección de nuestro Señor; un lugar sagrado para las tres grandes religiones monoteístas del mundo – ha sido martirizada por la violencia y la injusticia… os pido en modo especial que os unáis a mí en la oración por todos los pueblos de la Tierra Santa y de la región. Puedan ellos recibir los dones de la reconciliación, de la esperanza y de la paz”. Con estas palabras el Santo Padre Benedicto XVI se dirigió a los miembros de la Papal Foundation, recibidos en audiencia en la mañana del sábado 2 de mayo, con ocasión de su visita anual. El Papa los acogió, en este Año Paulino, con las palabras del Apóstol de los Gentiles, “gracia y paz a vosotros de parte de Dios, Padre nuestro, y del Señor Jesucristo” (Rm 1, 7), subrayando justo después que San Pablo nos recuerda cómo toda la humanidad anhele la gracia de la paz de Dios: “El mundo actual tiene verdaderamente necesidad de su paz, especialmente mientras afronta las tragedias de la guerra, de la división, de la pobreza y de la desesperación”.
Otro tema puesto en evidencia por el Pontífice en su discurso está vinculado a la crisis económica internacional. “En momentos como éste – subrayó –, es fuerte la tentación de ignorar a aquellos que no tienen voz y pensar solamente a las propias dificultades. Como cristianos, sin embargo, somos conscientes de que, especialmente cuando los tiempos son difíciles, debemos comprometernos más a fondo para hacer que el mensaje consolador del Señor sea escuchado. En vez de cerrarnos en nosotros mismos debemos seguir siendo faros de esperanza, de fuerza y de apoyo para los demás, especialmente para los que no tiene a nadie más que se ocupe de ellos o que los asista. Por esto estoy contento de que estéis aquí hoy. Vosotros sois un ejemplo de hombres y mujeres, buenos cristianos que siguen afrontando los desafíos que se nos presentan con coraje y confianza”.
Al final Benedicto XVI recordó que la Papal Foundation “a través de la generosidad de tantas personas, hace posible prestar una asistencia preciosa en nombre de Cristo y de su Iglesia”, y agradeció a sus miembros por el sacrificio y la dedicación: “a través de vuestro apoyo, el mensaje pascual de alegría, esperanza, reconciliación y paz es proclamado en modo más amplio”. (S.L.) (Agencia Fides 4/5/2009; líneas 27, palabras 428)


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