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Washington (Agenzia Fides) - No son buenas las noticias que llegan del frente de la crisis económica mundial. Las últimas estimas del Fondo Monetario internacional y de la Banca mundial hablan de más de 50 millones de nuevos pobres, se habla incluso de una catástrofe humanitaria. El Comité para el desarrollo del Fondo monetario internacional, que se reunió hace unos días en Washington, al final de sus trabajos lanzó una dramática alarma. Se evidenció que son más de 50 millones las nuevas víctimas de la crisis económica y financiaría, sobre todo mujeres y niños, transformándose en una verdadera catástrofe humanitaria, en particular en los países en vías de desarrollo.
Los países pobres del sur del mundo, al carecer de los recursos necesarios para salir de la crisis financiera que ha provocado el colapso de toda la economía, se encuentran al centro de las estimas negativas. A partir de este análisis el Banco mundial ha pedido revisar la disponibilidad de recursos financieros para poder afrontar la crisis en más de 100,000 millones de dólares en los próximos tres años. Según el Fondo monetario internacional los compromisos asumidos por los distintos países y por las instituciones internacionales, incluidos los asumidos por los participantes en la reunión del G20 en Londres, tienen que ser rápidamente traducidos y concretizados en acciones coordinadas y en recursos adicionales. Pero la crisis es particularmente dramática en los países en vías de desarrollo, los expertos del Fmi han dado nuevas cifras incluso para los países del G20. Es necesario un mayor estímulo fiscal del que se había calculado, pasando de 780 a 820 mil millones de dólares en el 2009 y de 590 a 660 mil millones para el 2010, respectivamente el 2 y el 1,5 del Producto interno bruto.
El dato que está pesando de manera negativa en las economías de los países, sobre todo en los más pobres, es el deterioro del crédito, la reducción de los flujos de capital hacía las naciones emergentes y la caída de las exportaciones a causa de la reducción del comercio mundial. Así, a pesar de los signos de recuperación evidenciados en los últimos meses en los países industrializados, es relevante la drástica reducción de las previsiones de crecimiento anunciado para el Japón: de 0 al año a -3, un auténtico derrumbe para una de las economías más fuertes del planeta. Si dicha estima se confirmara sería la peor reducción de la económica desde el final de la segunda guerra mundial. Lo que le preocupa al gobierno de Tokio es que en los mercados continúan a circular los llamados “asset tóxicos”, títulos irrecuperables, una cuestión abierta que las bancas y las instituciones financieras en los Estados Unidos y en Europa aún no han resuelto. (Mtp) (Agencia Fides 28/4/2009; líneas 34, palabras 479)
