AFRICA/ETIOPÍA - El Card. Massaja y el tiempo floreciente de las misiones católicas en Etiopía

viernes, 24 abril 2009

Roma (Agencia Fides) – En 1846 el misionero Capuchino Guglielmo Massaja – de quien se celebra este año el bicentenario del nacimiento – era consagrado Obispo y nombrado primer Vicario Apostólico de Galla, en el Sur de Etiopía. Gracias a la extraordinaria epopeya misionera de Massaja, que duró 35 años y estuvo adornada por la realización de obras sociales y de salud fundamentales, las misiones católicas en la antigua tierra de Cus conocieron una tiempo floreciente que llevó al nacimiento del clero local e inspiró a misioneros como Daniele Comboni, Francesco Jordan y Giuseppe Allamano.
Con su sensibilidad de hombre de fe – dijo a la Agencia Fides Franco Salvatori, Presidente de la Sociedad Geográfica Italiana y del Comité para el Bicentenario del Cardenal Massaja – el religioso franciscano percibió la diversidad cultural como una riqueza y obró en armonía con las múltiples identidades africanas. El recuerdo de Massaja hoy está todavía muy vivo entre los habitantes, lleno de afecto y de veneración”.
Antes de la erección del Vicariato de Galla algunos misioneros católicos habían intentado un camino de acceso a Etiopía tropezando con serias dificultades. A inicios del siglo XVII un edicto de proscripción afectó a los misioneros Jesuitas y por más de un siglo sólo los Franciscanos siguieron trabajando en la región, encontrando el martirio en 1683. Después de otras iniciativas sin éxito del Cardenal Richelieu y de Luis XIV, Francia penetró en Etiopía en 1837 gracias a dos exploradores, Antonio e Arnaldo d'Abbadie, que informaron detalladamente a Propaganda Fide suplicando el envío de misioneros.
En 1839 la Santa Sede instituyó la Prefectura Apostólica de la Abisinia, confiada al Lazarista Giustino De Jacobis (canonizado por Pablo VI en 1975). Luego, en 1846, dividió el territorio en 3 circunscripciones que comprendían el Vicariato Apostólico de Galla (confiado a mons. Guglielmo Massaja) y el Vicariato Apostólico de Sudán o África Central (confiado en 1877 a mons. Daniele Comboni).
La ocupación italiana de Etiopía en 1935 determinó una completa reorganización de las circunscripciones eclesiásticas. El Vicariato de Galla se dividió en los Vicariatos de Harrar (confiado a los Capuchinos) y de Gimma (a los Misioneros de la Consolata) y en otras numerosas Prefecturas y Delegaciones Apostólicas. En 1941, con el retorno del emperador Haile Sellassie, todos los misioneros italianos fueron expulsados del país. Para asistir a las poblaciones católicas fue llamado de Asmara el primer Obispo eritreo, mons. Kidanemariam Kassa, que con la ayuda de los sacerdotes locales aseguró la vida pastoral de lo que antes había sido el antiguo Vicariato de Massaja.
A partir de los años Cincuenta, la Santa Sede inició una reorganización sistemática de los territorios eclesiásticos de Etiopía de la cual emergieron dos grandes regiones. Una al Norte que incluye una gran parte del antiguo Vicariato de De Jacobis, constituido en Provincia eclesiástica de rito oriental con su sede metropolitana en Addis Abeba (1961). La segunda al Sur, comprendiendo el terrotorio de Massaja y articulado en una serie de Vicariatos: Harrar (regido por el Obispo Pasquale Ghebreghiorghis), Soddo-Hosanna (confiado a los Capuchinos), Awasa (Combonianos), Neqemtie (Lazaristas), Meki (Misioneros de la Consolata). Recientemente Emdibir ha sido erigido como Eparquía de rito oriental y asignado al Capuchino eritreo mons. Musie Gebreghiorghis. En dicha sede se desarrolla la última etapa del proceso de Beatificación de mons. Massaja. La Agencia Fides publicará próximamente un Dossier que recorre la vida, el apostolado y el compromiso social del gran misionero. (A.M.) (Agencia Fides 24/4/2009)


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