AMERICA/EL SALVADOR - La Iglesia entrega 300.000 firmas en apoyo a la ratificación de la enmienda de algunos artículos de la Constitución para la protección esencial del matrimonio y la familia

jueves, 23 abril 2009

San Salvador (Agencia Fides) - La Asamblea Legislativa de El Salvador llevará una vez más a discusión hoy jueves 23 de abril en la sesión plenaria el controvertido tema de los matrimonios homosexuales. El dictamen para su ratificación ya está listo y todos los partidos políticos, excepto el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), están de acuerdo en apoyar la enmienda constitucional, que establezca en la Constitución de la República que un matrimonio está constituido y se reconoce como tal sólo entre un hombre y una mujer. La enmienda necesita 56 votos para ser aprobada. La Iglesia Católica presentó en el Congreso 300.000 firmas contra estas uniones.
El Arzobispo de San Salvador, Mons. José Luis Escobar Alas felicitó este domingo 19 de abril por medio de un comunicado a la directiva de la Asamblea Legislativa “por haber tenido la iniciativa de constituir la comisión ad hoc para evaluar y promover la ratificación de la enmienda constitucional de los artículos 32, 33 y 34 en defensa del bien del matrimonio y la familia". Recuerda así mismo que “la promoción y la defensa de la institución familiar ha sido siempre preocupación de la iglesia por su incidencia en el bien y en la felicidad de la persona humana y de la sociedad”.
Mons. José Luis Escobar afirma además que dicha enmienda lejos de ser “un ataque contra algunos grupos específicos” como han denunciado algunas personas, es en realidad “una protección esencial del matrimonio, estableciendo lo que verdaderamente es y debe ser el matrimonio”. Efectivamente, cuando la institución del matrimonio se debilita, continua el Arzobispo, “se debilita la sociedad”. Según ha explicado el Prelado “las uniones de personas del mismo sexo no son morales, no pueden llamarse matrimonio. De hecho, si se dan, son otra cosa”. Por ello “nosotros no podemos impedirlas, cada persona es libre y puede unirse de hecho, pero esta unión no tiene categoría de matrimonio”. Con esto “no queremos algo negativo para nadie. El beneficio que trae es para bien de la sociedad y del matrimonio, pues son los principios y los valores fundamentales de la familia. En una sociedad permisiva, que cae y permite este tipo de vida o lo tolera como cosa buena, pierde su nivel moral. Por eso la Iglesia y las distintas instituciones de la sociedad se preocupan por salvaguardar el aspecto moral, ético y los valores de la familia, que es la célula base de la sociedad”.
El mismo Arzobispo se trasladó el lunes 20 junto a su Obispo auxiliar, Mons. Gregorio Rosa Chávez, y otros sacerdotes al Congreso para presentar las 300.000 firmas recogidas en iglesias de todo el país desde hace unos meses, de ciudadanos que piden que se ratifique una enmienda constitucional que cierra toda posibilidad a los matrimonios entre homosexuales. Y el martes, el arzobispo se reunió con varios diputados a quienes expuso la necesidad de legislar para que dicha situación no se dé en El Salvador. El arzobispo reiteró que no es una discriminación para las personas que tienen una orientación sexual diferente, cuyas libertad queda salvaguardada. "Lo único que queremos es salvaguardar el bien de la familia, el bien del matrimonio, el bien de la sociedad. Lo que queremos es poner candados para que los valores de la sociedad estén en firme", afirmó Mons. Escobar en su intervención.
En el anterior período legislativo, y a petición del Partido Demócrata Cristiano (PDC), se aprobó en 2006 una reforma constitucional para dejar establecido que en El Salvador sólo se reconoce el matrimonio entre un hombre y una mujer, disposición que al entrar en vigor cierra la posibilidad de que en el futuro se autoricen las bodas entre homosexuales. Para que entren en vigor los cambios a la Constitución deben ser aprobados en una legislatura por una mayoría simple, que en El Salvador es la mitad más uno de los votos de los 84 diputados, y ratificados por una mayoría calificada, de 56 votos, durante el siguiente periodo legislativo. La actual legislatura, que debe ratificar la reforma, concluye su período de tres años el próximo 1 de mayo, cuando asuman los diputados elegidos en los comicios de enero pasado. (RG) (Agencia Fides 23/4/2009)


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