ASIA/SRI LANKA - El ejército lanza el ataque final, mientras las ONGs esperan que se evite el baño de sangre

martes, 21 abril 2009

Colombo (Agencia Fides) – La guerra civil en Sri Lanka parece haber llegado a su fase más sangrienta: vencido el ultimátum que el gobierno de Colombo dio a los Tigres Tamil para rendirse, se ha iniciado el asalto final de las tropas singalesas, que han lanzado una avanzada masiva para derrotar totalmente los últimos bolsones de resistencia de los rebeldes.
En la mañana de hoy, 21 de abril, al no haber recibido ninguna respuesta del líder de los rebeldes, Vellupillai Prabhakaran, los militares del ejército de Colombo están penetrando en las áreas de Puthumanthalam y Amapalavanpokkanai al interior de la “Zona de no combate” (“No Fire Zone”), para rescatar a los civiles que permanecen atrapados en el espacio entre las dos fuerzas hostiles.
El gobierno de Colombo ha comunicado que, entre ayer y hoy, más de 49,000 civiles han sido puestos a salvo. Su situación en los lugares de acogida es, sin embargo, extremadamente difícil, según hacen notar las Organizaciones humanitarias. Según la Cruz Roja, las Naciones Unidas y la Unicef, la situación en los campamentos es desesperada porque falta todo, en particular alimentos y medicinas.
La Cruz Roja Internacional ha dado la alarma afirmando que la ofensiva final del ejército singalés podría elevar enormemente el número de víctimas civiles, expresando su preocupación por los grupos más vulnerables, como las mujeres y los niños.
La organización de defensa de los derechos humanos “Human Rights Watch” ha publicado un llamamiento pidiendo que la ofensiva no se convierta en un “baño de sangre” con un total desprecio por la vida humana.
La Iglesia, en este momento delicado, ha invitado a los fieles a una oración más intensa: recordando la Pascua, el Arzobispo de Colombo, Oswald Gomis, ha dicho que “mirando a Cristo, la humanidad puede renacer a una vida nueva superando la lógica de la muerte, de la guerra y de las divisiones”.
Todas las comunidades cristianas están rezando con fuerza y continuamente por la paz y la justicia en el país, por el fin de los sufrimientos para la población civil, por los desplazados, los pobres, los desempleados. Las Iglesias han renovado además su llamado a la unidad y la armonía en la nación, donde van abriéndose camino formas de “comunitarismo” étnico-religioso similares a las que se encuentran en la India. Para detener en su raíz estos peligrosos fenómenos, se insiste en la necesidad de garantizar a todos los ciudadanos su dignidad fundamental, sus derechos inviolables y las libertades personales. (PA) (Agencia Fides 21/4/2009 líneas 28 palabras 288)


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