EUROPA/ESPAÑA - Inicio de la Asamblea Plenaria: “No queremos ni podemos cejar en este empeño de proclamar el Evangelio de la vida”

martes, 21 abril 2009

Madrid (Agencia Fides) – Comenzó ayer 20 de abril en Madrid hasta el día 24, la 93º reunión de la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española (CEE) con el discurso del Presidente de la CEE y Arzobispo de Madrid, Cardenal Antonio Mª Rouco Varela y el saludo del Nuncio Apostólico Mons. Manuel Monteiro de Castro.
Durante la Asamblea se elegirá un nuevo miembro del Comité Ejecutivo en sustitución del Cardenal Antonio Cañizares Llovera, nombrado Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos
Los obispos estudiarán, para su posible aprobación, un Mensaje sobre el 50º aniversario de Manos Unidas. La Asamblea dedicará un tiempo para la reflexión sobre la situación actual de la Pastoral de la Eucaristía en España y serán presentadas, para su aprobación, las traducciones de distintos textos litúrgicos del Misal Romano. Los Obispos también recibirán información sobre los preparativos de la Jornada Mundial de la Juventud que se celebrará en Madrid el año 2011
En su discurso de bienvenida el Card. Rouco recuerda en primer lugar la próxima celebración de la Jornada Mundial de la Juventud en España en el 2011, actividad que constituye “hoy un instrumento apostólico de primer orden”. Para el Card. esta cita con los jóvenes “no es sólo un momento de fiesta reducido a unos días verdaderamente intensos. Se trata más bien de una peregrinación o camino espiritual que no cesa y que exige también una preparación remota en la que se han de implicar … toda la comunidad cristiana. Luego, también será necesario recoger los frutos cosechados y ayudar a los jóvenes a proseguir en el camino del espíritu y de la verdad”. Estos dos años y medio que faltan, afirma el Card. “hemos de ponerlos bajo el signo de esa Cruz que ya ha comenzado a peregrinar en Madrid simbólicamente, lo hará de modo efectivo en esa misma archidiócesis el próximo 14 de septiembre y, desde el 26 de abril de 2010, recorrerá las demás diócesis de España portada por los jóvenes católicos”.
Respecto al Año Sacerdotal convocado por el Santo Padre desde el próximo 19 de junio hasta el 19 de junio del 2010, afirma que constituye “una gracia, una oportunidad providencial y una llamada a nuestra responsabilidad de Obispos para que, con sentimientos y entrañas de pastores y de hermanos, abordemos, a la luz de la fe y de la riquísima doctrina del Concilio Vaticano II y del magisterio de Juan Pablo II y de Benedicto XVI, la situación humana y espiritual de nuestros sacerdotes”.
Otro tema tratado por el Prelado fue el don de la vida. Partiendo de que “uno de los campos de la vida social donde urge evangelizar de nuevo es el de la conciencia acerca del don inestimable de la vida de cada ser humano y del derecho de todos a vivir, desde el momento de la concepción de un nuevo individuo de la especie humana hasta su muerte natural”, el cardenal Rouco defendió nuevamente el valor sagrado de la vida. Para el cardenal, “el crimen del aborto ensombrece desde siempre la historia de la humanidad” pero destacó que, precisamente, en el siglo pasado fue cuando “amplios sectores sociales han empezado a considerar públicamente que eliminar a los que van a nacer no sería algo de por sí reprobable y cuando tal mentalidad ha encontrado eco en legislaciones que han dejado de proteger de modo adecuado el derecho de todos a vivir”. “No queremos ni podemos cejar en este empeño de proclamar el Evangelio de la vida en toda su belleza y con todas sus consecuencias”, declaró.
En referencia a la asignatura de Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos, recordó el derecho "inalienable" de los padres y las escuelas "en colaboración con ellos" a educar a sus hijos en los principios morales y religiosos que "libremente asuman y cultiven". Este derecho se viola cuando se "impone legalmente" una visión antropológica y moral y "una formación estatal de conciencias". En este sentido, defendió una asignatura que suponga "una formación jurídica básica sobre las Declaraciones de los Derechos Humanos o sobre la Constitución Española". "En esta perspectiva podría hallarse una solución a los graves problemas planteados por la llamada Educación para la Ciudadanía", aseguró.
Por último, habló también sobre la crisis económica afirmando que será muy difícil superar “esta crisis, de tan hondas raíces morales y humanas, sin el respeto de los imperativos espirituales y morales de la sobriedad y de la austeridad de vida; de la aceptación del sacrificio personal, compartido por todos, en aras del bien común; de la concepción y realización del trabajo como un derecho, pero también como un deber generosa y creativamente practicado; y sin una regulación normativa jurídica y administrativamente eficaz de la vida económica y financiera que proteja mejor a las instituciones estatales, a las financieras y a las empresas de conductas gravemente egoístas e inmorales, tantas veces estimuladas por generalizados patrones de vida marcados por el ansia del enriquecimiento fácil y rápido”. (RG) (Agencia Fides 21/472009)


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