ASIA/MALAYSIA - Dimisión del Premier Badawi, mientras la población espera una nueva época de unidad y prosperidad

jueves, 2 abril 2009

Kuala Lumpur (Agencia Fides) – La dimisión del Premier malayo Abdullah Badawi, acaecida hoy, no será motivo de desestabilización para el país, pero podría abrir una nueva época en la historia política y social de la nación. El primer Ministro, en el cargo desde hace más de cinco años, ha presentado su dimisión al rey Mizan Zainal Abidin, abriendo el camino para la elección de un nuevo gobierno. La transición se veía venir y fue preparada en los meses pasados: el encargado de dirigir al país será su vicepresidente, Najib Abdul Razak, que ha obtenido ya el consenso del monarca y deberá prestar juramento el día de mañana, 3 de abril.
Al inicio de su primer mandato, en el 2003, Badawi había iniciado un audaz programa para erradicar la corrupción, reformar el sistema judicial, reforzar las instituciones, garantizar la seguridad y el bienestar económico de los ciudadanos.
La frustrada realización de estas promesas ha generado una pérdida de consenso en el partido de Badawi (el Barisan Nasional) que, en las elecciones legislativas del 2008, obtuvo el peor resultado de su historia, desde la independencia de la nación en 1957 (ver Fides 10/3/2008). Por un lado las minorías indias y chinas presentes en la sociedad malaya (que constituyen, sumadas, cerca del 35% de la población), nutrían un gran descontento, lamentando las discriminaciones en favor de los malayos. Pero también entre los mismos malayos la situación política y social se ha tornado más compleja, vista la coyuntura económica desfavorable y el crecimiento de la inflación, lo que se refleja en el crecimiento de las oposiciones guiadas por Anwar Ibrahim.
De todos modos el gobierno de Badawi será recordado por el intento de extender las libertades civiles, de lo cual se han beneficiado las minorías étnicas y religiosas, en el contexto de una cuestión islámica emergente, visto el surgimiento de grupos fuertemente integristas. La cuestión del uso del término “Allah” en la prensa cristiana (ver Fides 27/2/2009) es un síntoma del creciente peso social y político de tales movimientos.
En este cuadro, tanto el gobierno como la oposición se han expresado en diversas ocasiones mostrando su apoyo abierto a la libertad de fe y al legítimo derecho de las minorías a estar representadas y respetadas, pero los conflictos sociales se mantienen contenidos, en peligro de explotar.
La Iglesia católica y las otras confesiones cristianas presentes en Malasia, han destacado siempre la necesidad de trabajar por la armonía social y la reconciliación entre las diversas comunidades, en el diálogo, la igualdad de derecho y deberes, y en el recíproco respeto. (PA) (Agencia Fides 2/4/2009; líneas 33, palabras 441)


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