VATICANO - Carta del Papa al Primer Ministro del Reino Unido con ocasión de la cumbre del G-20: "la salida de la actual crisis global solo se podrá realizar juntos, evitando soluciones marcadas por el egoísmo nacionalista y el proteccionismo”

jueves, 2 abril 2009

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - "Recurrir a los mecanismos y a los instrumentos multilaterales existentes en el complejo de las Naciones Unidas y z las agencias relacionadas, para que sea escuchada la voz de todos los Países del mundo y para que las medidas decididas en los encuentros del G20 sean compartidas por todos" y tener presente que "todas las medidas propuestas para encauzar la crisis deben buscar, en último término, ofrecer seguridad a las familias y estabilidad a los trabajadores así como restablecer, por medio de oportunas reglas y controles, la ética en las financias": son las recomendaciones que el Santo Padre Benedicto XVI ha manifestado en su carta dirigida al Primer Ministro del Reino Unido, Gordon Brown, la víspera de la cumbre del G20 que se abre hoy en Londres.
En la carta el Santo Padre manifiesta a los Jefes de Estado y de Gobierno que participan en la cumbre el agradecimiento de la Iglesia católica y su aprecio personal "por los altos objetivos que el encuentro propone y que se basan en la convicción… de que la salida de la actual crisis global solo se podrá realizar juntos, evitando soluciones marcadas por el egoísmo nacionalista y el proteccionismo”.
Benedicto XVI recuerda su reciente viaje a África, dónde ha percibido "sea la realidad de una pobreza ardiente y una exclusión crónica, que la crisis amenaza con agravar dramáticamente, sea los extraordinarios recursos humanos de los que goza ese Continente y que puede poner a disposición de todo el planeta". Por este motivo, invita a reflexionar sobre el hecho de que "aquellos cuya voz tiene menos fuerza en el escenario político son los que sufren más los daños de una crisis de la cual no son responsables. Estos luego, son los que a largo plazo, tienen más potencialidades para contribuir al progreso de todos".
A continuación el Papa subraya que "las finanzas, el comercio y los sistemas de producción son creaciones humanas contingentes que, cuando se convierten en objeto de confianza ciega, llevan en si la raíz de su fracaso. El único fundamento verdadero y sólido es la confianza en el hombre". Recordando una vez más la situación de África como la de de otros Países desarrollados, que temen una drástica reducción de ayudas como consecuencia de la crisis financiera, el Papa afirma: "La ayuda al desarrollo, incluidas las condiciones comerciales y financieras favorables a los Países desarrollados y la remisión de la deuda externa de los Países más pobres y más endeudados, no ha sido la causa de la crisis y, por un motivo de justicia fundamental, no debe ser tampoco la víctima. Si un elemento central de la crisis actual está en una falta de ética en las estructuras económicas, esta misma crisis nos enseña que la ética no es ajena a la economía, sino que está "dentro" y que la economía no funciona si no lleva en si el elemento ético".
Por último, Benedicto XVI exhorta a una "renovada confianza en el hombre": "Sobre todo la confianza en los hombres y en las mujeres más pobres - de África y de otras regiones del mundo afectadas por la pobreza extrema - será la prueba que realmente se quiere salir de la crisis sin exclusiones y de modo permanente y que se quiere evitar decididamente la repetición de situaciones similares a las que nos toca vivir hoy". El Santo Padre se une pues a los miembros de diversas religiones y culturas para recordar la convicción de que "la eliminación de la pobreza extrema para el 2015, a la que se han comprometieron los Gobernadores en la Cumbre ONU del Milenio, continua siendo una de las tareas más importantes de nuestro tiempo". (S.L) (Agencia Fides 2/4/2009)


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