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Ouagadougou (Agencia Fides) – “Con el Santo Padre nosotros confirmamos con toda nuestra fuerza: No a la banalización de la sexualidad que induce a un comportamiento irresponsable, ya que la promiscuidad sexual es causa de numerosos males, morales y físicos; No a una educación sexual sin dimensión moral que consista sobre todo en el incitar e iniciar precozmente a los jóvenes en la sexualidad, y que los predispone a abandonar cualquier recato y al vagabundeo sexual así como a las infecciones sexualmente trasmisibles. Queremos remarcar que la Iglesia contribuirá siempre a la lucha contra el Sida/Hiv en Burkina Faso, sosteniendo el cuadro estratégico elaborado con tal fin, y permaneciendo siempre junto a las personas que sufren”. Son estas las palabras del Comité de Bioética católica de la Conferencia Episcopal de Burkina Faso y del Níger, en un comunicado enviado a la Agencia Fides.
Volviendo sobre la interpretación dada por algunos mass-media internacionales a las palabras del Santo Padre Benedicto XVI en su viaje a Camerún sobre la lucha contra el Sida – denigrándolo sin ningún respeto y paragonándolo a un personaje de los siglos pasados – y sobre el uso del preservativo, el documento copia integralmente la pregunta puesta por el periodista y la respuesta del Papa. “Una frase sacada de su contexto se convierte en una arma de doble filo, ya que cualquier lector puede interpretarla como quiere” evidencia el documento, haciendo referencia al hecho de que algunos extrapolaron una frase del Papa de su articulada respuesta (“no se puede superarlo con la distribución de preservativos: al contrario, aumentan el problema”) presentándola como un motivo de escándalo.
El documento exhorta a “estar vigilantes para no dejarse sugestionar por cierto tipo de prensa que tiene como único fin el sensacionalismo o distraer la atención de los verdaderos problemas. El Sida que es el ‘síndrome de inmunodeficiencia adquirida’ no es solamente una patología biológica, ya que en nuestros días la sociedad tiende a perder la inmunidad adquirida en relación a los valores, a la verdad y la ética. En ese sentido estamos afectados por un ‘Sida cultural’ que está infectando nuestro mundo y su capacidad de contagio es cada vez más mayor”.
El Comité de Bioética católica resaltó como “algunos periodistas, aprovechándose de su posición y de su tarea, sin tener en cuenta la deontológica de la información, han criticado severamente al Papa cuando en realidad no dijo nada nuevo sobre la posición de la Iglesia en relación a los profilácticos y al Sida. Quién conoce los principios de la Iglesia sabe que el Papa no diría cosas nuevas en una simple entrevista, si fuera el caso, escribiría una encíclica sobre el tema”.
Por lo tanto, el pensamiento expresado por el Benedicto XVI es necesario confirmarlo: denunciando la grave responsabilidad de cuantos propugnan una ideología de la libertad sexual a través del uso del preservativo; recordando que el mejor modo de lucha contra el Sida es la educación civil y religiosa en el sentido de la responsabilidad; presentar las tres formas de lucha contra el Sida en las que está comprometida la Iglesia: educación a la responsabilidad de las personas en el uso de la sexualidad y la reafirmación del rol esencial del matrimonio y de la familia, búsqueda y aplicación de terapias eficaces poniéndolas a disposición del mayor número posible de enfermos (el 25% de los centros de salud del mundo que se ocupan de enfermos de Sida son estructuras católicas), y asistencia humana y espiritual de los enfermos de Sida, y de todos los enfermos, que están siempre en el corazón de la Iglesia.
Ilustrando la posición de la Iglesia en Burkina Faso sobre el Sida, el documento subraya que se trata de la posición de la Iglesia Universal, con una lucha colectiva e individual. “La Iglesia, que busca la perfección y la santificación de todos los hombres de buena voluntad, propone un medio incontestable y seguro para vencer el Sida: la abstinencia y la fidelidad. Ciertamente cada estado laico puede libremente proponer a su población otros métodos de lucha. Pero ciertamente no será sólo la distribución de preservativos en las escuelas, los colegios, los liceos, en los pueblos y en las plazas de los mercados lo que reducirá el contagio del Sida en África y en el mundo”. En la parte conclusiva se recuerda que el Sida no es sólo una enfermedad física ya que golpea también la psicología de la persona afectada, sus relaciones y a toda la sociedad, por lo que no se puede limitar a combatirla con el preservativo. “Es necesario una formación apropiada, una educación a la responsabilidad individual y colectiva, y es un punto que las conciencias deben ser iluminadas”. (Agenzia Fides 1/4/2009; líneas 55, palabras 816)
