AFRICA/MADAGASCAR - Se nombra la Autoridad de Transición, pero el ex Presidente acusa: “Nunca me dimití. El 17 de marzo fui obligado a ceder el poder bajo la amenaza de las armas”

miércoles, 1 abril 2009

Antananarivo (Agencia Fides)- Andry Rajoelina nombró a los miembros de la Alta Autoridad de Transición por él presidida, no obstante las severas críticas de la comunidad internacional que exige el retorno del Presidente Ravalomanana, obligado a dimitirse.
Ravalomanana contó su versión de los hechos en un mensaje enviado al Vértice de los Jefes de Estado de la SADC (Comunidad de Desarrollo del África Austral), que se realizó en Suazilandia (ver Fides 31/3/2009). Él rechaza particularmente el hecho que haya dimitido por espontánea voluntad. “Nunca me dimití. El 17 de marzo fui obligado a ceder el poder bajo la amenaza de las armas”, escribe en el mensaje dirigido al Rey de Suazilandia, que presidía el Vértice. “Mi familia y yo, hemos sido rodeados por soldados que amenazan nuestras vidas. Mi hijo y su mujer han sido obligados a esconderse en la jungla. La única fuga para nosotros era posible escapando del país”.
Ravalomanana acusa a Rajoelina, ex alcalde de la capital, Antananarivo, de haber tomado el poder “usando el terrorismo. Él incitó la violencia y la destrucción sin precedente alguno. Esto desde el 26 de enero. Estaciones radiofónicas y televisivas, públicas y privadas, fueron quemadas, y más de 20 centros comerciales fueron saqueados y quemados. Rajoelina utilizó las propias estaciones de radio y televisión para difundir propaganda subversiva, con el fin de aterrorizar a la población y desestabilizar al país. La economía fue destruida: cientos de empresas tuvieron que cerrar a causa de los saqueos. Las fuerzas de seguridad no pudieron evitar la ola de destrucción a causa de la falta de implementos anti sublevaciones. Estas fueron sobre pasadas a causa de la gran ola de violencia organizada”.
“Andry Rajoelina- continúa el mensaje- afirmó la intención de asumirse la responsabilidad del país. El 31 de enero ordenó a todo el país seguir su liderazgo.
Cuando se hizo evidente su intención de tomar el poder ilegalmente, mientras la violencia continuaba, inició a perder el apoyo. Inició entonces a amenazar a los ciudadanos: a aquellos no dispuestos a seguirlo se les hubiese quitado la casa. El 8 de marzo organizó un amotinamiento de una facción del ejército. Algunos jóvenes oficiales se rebelaron contra los altos oficiales. Algunos agentes han sido tomados rehenes en los cuarteles. Su “Ministro de la justicia” emitió órdenes de arresto hacia los miembros del gabinete. Con la ayuda de los amotinamientos tomó primero la oficina del primer ministro, el 13 de marzo, y tres días después el palacio presidencial de la ciudad. El 17 envió a las tropas a tomar el Palacio de Estado Iavoloha, donde vivía y trabajaba. Antes de tomar el Palacio dispuso a miles de sus sostenedores en los alrededores de este”.
En su mensaje, Ravalomanana se compromete, cuando habrá regresado al poder, efectuar diversas reformas: instituir una comisión electoral independiente; reestructurar y recalificar el ejército y la policía, con la asistencia de la SADC y otros socios; mejorar las condiciones para los negocios; asegurarse que el Estado de derecho sea respetado, realizar consultaciones nacionales para un referéndum o elecciones presidenciales anticipadas. (L.M.) (Agencia Fides 1/4/2009; líneas 39, palabras 538)


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