ASIA/TAIWÁN - Falleció a los 99 años el misionero húngaro, p. Stephen Jaschko SJ, que dedicó toda su larga vida a la misión en China y a la asistencia de los niños menos favorecidos

miércoles, 25 marzo 2009

Taipei (Agencia Fides) – “Una hoja que plantó sus raíces de amor aquí”, es el significado del nombre en chino Ye You-Gen de p. Stephen Jaschko, misionero jesuita húngaro fallecido a los 99 años el 17 de marzo, después de haber pasado 54 al servicio de la misión en Taiwán. Casi toda su larga vida estuvo dedicada a la misión evangelizadora en China tanto con el corazón como con acciones concretas. Incluso su cuerpo lo dono al Instituto de Medicina de la Universidad Católica de Fu Ren, una donación completa al Señor. La noticia de su tránsito a la casa del Padre suscitó una gran emoción en todo el continente asiático llegando hasta Europa, donde se encuentra su amada patria, pero que por un amor aún más grande, el de la misión, había visitado sólo tres veces en casi un siglo de vida. Las páginas webs del continente, no sólo católicas, incluso las más populares, han dado la noticia de su deceso con una gran devoción, publicando su biografía. Tanto el cotidiano Nepszabadsag y Duna TV de Hungría, como los mass-media de Taiwán, le han dedicado un amplio espacio a este gran misionero.
Casi un siglo atrás el padre Jaschko – para los chinos simplemente p. Ye, que significa hoja nacida en Kosice, en Hungría (hoy parte de Eslovaquia) – se hizo jesuita en 1929 y fue mandado a China continental en 1936 junto con otros religiosos húngaros. Obligado a dejar el continente en 1954, comenzó a dedicarse completamente a la misión en la isla, sin olvidarse nunca de la misión en el continente, sosteniéndola con la oración. Apenas se pudo ayudó a la diócesis de Han Dan a fundar el Colegio Educativo de Si Gao, en el que se acogen niños huérfanos o abandonados por sus familias. No dejó nunca de pensar y de ocuparse de la evangelización en el continente, no abandono tampoco nunca su trabajo con los niños chinos menos favorecidos, tanto del continente como de la isla. Llegando a Taiwán fundó el Centro Educativo Especial S. José y la Fundación Católica de Bienestar Social de Hua Kuang, muy apreciados ambos por la sociedad y por la gente común. Era considerado más un taiwanés que un húngaro. Era muy estricto consigo mismo y ahorraba todo lo que podía ya que según él, “si uno quiere, un centésimo puede hacer también una obra de caridad”. A raíz de su deceso los medios de comunicación han llamado la atención sobre dicha actitud en relación a la de muchos políticos corruptos que mandan enormes sobornos al extranjero.
Las religiosas y los niños del Colegio Educativo de Si Gao, en la diócesis de Han Dan, han sentido mucho la pérdida de su padre y fundador. De hecho todos los niños del Colegio han asumido el mismo apellido de p. Ye, pues se consideran sus hijos. Las religiosas se ocupan del aspecto humano, espiritual, físico y médico de los niños. Todos participaron en la Santa Misa de sufragio celebrada por cuatro sacerdotes con los ojos llenos de lágrimas. Muchísimos seminaristas, religiosos y files acudieron a la Misa y también al encuentro de oración que se organizó para recordarlo. (NZ) (Agenzia Fides 25/03/2009 - líneas 36, palabras 557)


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