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Perth (Agencia Fides) – 30 años tiene la más joven “Madre Superiora” así como “Fundadora” de un instituto religioso del continente: la joven Sor Bernadette tiene una no indiferente responsabilidad sobre sus espaldas, pero la lleva con alegría y serenidad. Ha fundado la congregación de las “Misioneras del Evangelio”, una de las nuevas comunidades del post Concilio, y su experiencia logra catalizar hoy a numerosas jóvenes que deciden abrazar la vida consagrada en el nuevo continente.
Hace 7 años, con 23 años de edad, Bernadette, brillante graduada, dejó una prometedora carrera como abogado para dedicarse a un estilo de vida marcado por los votos de pobreza, castidad y obediencia. Rápidamente se unieron a ella dos compañeras y la comunidad obtuvo el reconocimiento diocesano del Arzobispo de Perth, Su Exc. Barry James Hickey, el 23 de junio del 2007.
La comunidad religiosa vive un estilo de vida contemplativo-activo, y en el futuro prevé ampliarse, formando una familia que abarque también a religiosos, sacerdotes y laicos. Un punto de referencia constante para la espiritualidad y el estilo de vida de las religiosas es Juan Pablo II: por ello las hermanas se hacen llamar “Hermanas de Juan Pablo II”. La modalidad de apostolado –destacan las religiosas- es el “llevar a Cristo a toda persona, amándola y afirmando su dignidad antes que nada”.
La comunidad vive de la providencia y ha decidido vestir un hábito religioso de color azul, para distinguir la propia vocación en el mundo que las rodea.
La experiencia de las religiosas, afirman fieles australianos, resalta la de Sor Mary MacKillop, fundadora de las Hermanas de San José del Sagrado Corazón en 1866. La vida consagrada en Australia está recibiendo un nuevo impulso gracias a la actividad y figura de Sor Bernadette y de sus compañeras, que generan gran simpatía entre la gente y que recientemente han encontrado espacio en los medios australianos, católicos y no, contando su historia y su vocación. (PA) (Agencia Fides 24/3/2009; líneas 26, palabras 334)
