AFRICA/CAMERÚN - El largo camino hacia la concreta abolición de toda forma de discriminación contra las mujeres (2)

viernes, 20 marzo 2009

Yaundé (Agencia Fides) - “Preocupación por la falta de representación a nivel internacional y pesar porque existen aún demasiados prejuicios contra la promoción de las mujeres, generalmente basados en afirmaciones infundadas”. Son las fuertes palabras con las que la Comisión de la ONU sobre las discriminaciones contra las mujeres, ha formulado en su último reporte sobre Camerún, de febrero del 2009 (ver Fides 18/3/2009). La Comisión ha pedido que “el Estado emprenda una creciente campaña de sensibilización y conocimiento sobre la importancia de la participación de las mujeres en la vida pública y política, que debe ser realizada particularmente en las zonas rurales”. Es necesario que las mujeres puedan acceder “a las posiciones donde se toman las decisiones”.
La política en favor de las mujeres, según lo que escribe el reporte de la Comisión, debe tratar asimismo el ámbito educativo. Se expresa la preocupación por el hecho de que “sobre todo en las zonas rurales no se alcanza la cuota del 40% de muchachas que acceden al sistema escolar de primer nivel”; y por el hecho de que al segundo nivel el porcentaje es aún más bajo.
Diversos factores obstaculizan este proceso de alfabetización, que ha llevado con todo, a través del “Programa de Apoyo Educativo”, a mejorar el nivel general de la educación en Camerún. “Estructuras educativas inadecuadas y material insuficiente para la enseñanza, un limitado número de profesores cualificados, una marcada diferencia en la calidad de la enseñanza entre las áreas urbanas y las rurales”, son señalados por la Comisión. Por ello el Estado debe reforzar “las políticas de formación y selección de los profesores, distribuir y poner en campo recursos suficientes para asegurar que las escuelas tengan el material adecuado y que los padres comprendan cuanto es importante la educación escolar de sus hijas”.
Otro sector donde la Comisión ha expresado preocupación es el del trabajo. A pesar de que formalmente tienen los mismos derechos de los hombres, en la realidad son discriminadas, en cuanto están concentradas sobre todo en algunos sectores como los campos y los trabajos domésticos. Asimismo el marido puede impedir a la mujer de trabajar en algunos ámbitos, invocando “el interés predominante que debe darse a la vida familiar en casa y al cuidado de los hijos”.
Otro ámbito de preocupación se refiere a la salud. A pesar de que la Comisión ha expresado su aprecio por “la atención dada a la mejoría de la salud de las madres y de las adolescentes”, se reafirma la “falta de información sobre la situación sanitaria de las mujeres, sobre todo en el campo”. Se destaca, asimismo, la alta tasa de mortalidad materna, debida a la práctica de aborto no seguro y no acompañado por los apropiados cuidados médicos. Se lee en el reporte que “no han sido desarrolladas estrategias para reducir la mortalidad de las mujeres que dan a luz” y que la falta de datos estadísticos se debe a una “cultura del silencio por parte del Estado”.
Se subraya finalmente el compromiso continuo para mejorar las infraestructuras sanitarias del país, especialmente en las zonas rurales, pero se reconoce la urgencia de aumentar el acceso de las mujeres a la cualidad de los cuidados médicos y a los servicios sanitarios, luchando “con fuerza contra el SIDA”, así como de difundir ampliamente la “educación sexual entre muchachos y muchachas”.
Un último aspecto tomado en consideración por la Comisión se refiere a la situación de las mujeres en las zonas rurales, donde en modo particular existe una “posición de desventaja de las mujeres y de las muchachas”, debida a la “pobreza, al analfabetismo, a las dificultades de acceso a los servicios sanitarios y sociales, y a la falta de participación a los procesos decisionales en los diversos niveles de la comunidad”. (M.T.) (Agencia Fides 20/3/2009; líneas 43, palabras 625)


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