AFRICA/CAMERÚN - El largo camino hacia la concreta abolición de toda forma de discriminación hacia las mujeres

miércoles, 18 marzo 2009

Yaundé (Agencia Fides) – “Una legislación que prevea la prohibición de discriminaciones contra las mujeres según el artículo 1 de la Convención, y sancionar en modo apropiado las violaciones de los artículos 2b de la misma”, son las principales conclusiones expresadas por la Comisión de la ONU sobre la eliminación de las discriminaciones contra las mujeres en Camerún, publicadas en el último reporte de febrero del 2009.
Junto al “aprecio por la apertura de un proceso de reforma legislativa que busca eliminar toda discriminación contraria a la Convención Internacional sobre los Derechos Humanos de la ONU; la adopción en julio del 2005 de una ley nacional relativa al estado de los refugiados y las estrategias de desarrollo para la reducción de la pobreza y mejorar las condiciones sociales de la población, particularmente de las mujeres”, han crecido las preocupaciones de la Comisión sobre algunas áreas en las que Camerún debe tener particular atención.
La Comisión, destacando que la principal responsabilidad compete al Gobierno, está preocupada que este no esté suficientemente informado sobre los artículos de la Convención, así como no lo están las mujeres, sobre todo aquellas que viven en las áreas rurales. Por esto pide que haya una parte de la formación educativa que abarque este tema. Que los abogados y los profesionales, en particular magistrados y jueces, estén bien informados sobre la Convención y sobre los derechos de las mujeres.
Según la Comisión “no se da suficiente atención en el Código Penal y Civil a las penas y normas que se refieren al adulterio, la poligamia, la propiedad en el comercio, la nacionalidad, el quedar viuda y el status de la casa familiar”. Otra preocupación se refiere al hecho que en el Código “no existe pena contra quien viola una mujer si después de esto se casa con la víctima”. Otro campo donde se manifiesta la discriminación contra las mujeres y las jóvenes se ve en la edad del matrimonio. Mientras para los hombres es de 18 años, para las mujeres es de 16. La Comisión pide por lo tanto que “también para las jóvenes se aumente a 18 años la edad mínima para el matrimonio”.
La Comisión alienta también una “mayor política de escolarización a favor de las mujeres, que son la parte más analfabeta de la población”. Una firme y clara condena es pronunciada “sobre la violencia contra las mujeres y las jóvenes, que se perpetua dentro de las paredes domésticas por maridos y otros hombres emparentados”. Aún más condenable el hecho que “no existe una ley específica contra este tipo de violencias y que esto determina un silencio que hace parecer socialmente legítimos estos actos, y que una cultural del silencio y del impunidad parece apoyar”.
La Comisión expresa otra preocupación sobre todas las “formas de tortura y de sufrimiento físico contra las mujeres, como mutilaciones de genitales femeninos y el quemar los senos, que persisten aún en algunas áreas rurales”. Una última preocupación se refiere al “tráfico y explotación de la prostitución”. Se reconoce que el Estado ha realizado “significativos pasos para combatir el tráfico de los niños y su explotación”, pero manifiesta la preocupación por el aumento del tráfico y de la explotación de la prostitución”. Junto a apropiadas políticas de información y la lucha concreta, también es importante crear una base para monitorear el avance estadístico del fenómeno. La Comisión pide al Estado del Camerún dar atención a las preocupación que esta ha manifestado en el tiempo que queda hasta el próximo reporte en el año 2011. (M.T.) (Agencia Fides 18/3/2009; líneas 43, palabras 601)


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