AMERICA/PARAGUAY - Los Obispos piden una conversión en Cuaresma que lleve a “una vida personal renovada y comprometida con la Patria nueva y la Iglesia comunión con dinamismo misionero”

lunes, 9 marzo 2009

Asunción (Agencia Fides) – “La Cuaresma es un tiempo de conversión. Como Pueblo de Dios lo vivimos dentro de un contexto social de cambios, de búsquedas, con muchas limitaciones y precariedades. Esta situación lleva al cansancio y a la desesperanza si no reflexionamos, a la luz de la Palabra de Dios, la realidad actual con sus desafíos, fracasos y logros”, afirman los Obispos de Paraguay en el Mensaje de Cuaresma emitido al termino de su Asamblea Plenaria que se ha realizado del 2 al 6 de marzo.
Para los Obispos, la Cuaresma es además “una oportunidad para plantearnos los desafíos nacionales desde una espiritualidad, fruto de nuestra conversión, que se expresa en compromisos de amor hacia los demás”.
Presentan en primer lugar los Obispos algunos desafíos de la realidad nacional, entre ellos en primer lugar la crisis económica mundial que “limita aún más los ya escasos recursos, y dificulta la respuesta a las situaciones acuciantes de nuestro país como por ejemplo los seiscientos mil niños desnutridos”, pues “la Iglesia Católica no es ajena a la crisis económica generalizada y repercute en el sostenimiento de su acción pastoral”. Además según recuerdan los Obispos la falta de trabajo, de salud y alimentación nos interpelan en esta Cuaresma a la solidaridad.
Denuncian además otros desafíos apremiantes en el país como son: recuperar la soberanía energética; promover la ecología sustentable evitando la deforestación despiadada; encauzar la reforma agraria integral y participativa; afrontar la reforma del Poder Judicial; la lucha contra la corrupción; no permitir la posible legalización de la marihuana, que algunos pretenden justificarla con una visión simplemente economicista o pragmática sin tener en cuenta el daño que puede causar a las personas; priorizar los grupos sociales más desfavorecidos.
Ante esta situación de “desánimo de un país que pareciera no tener rumbo”, realizan un llamamiento a los poderes del Estado para que “den claras muestras de trabajar por la superación de la ignorancia, la pobreza y la corrupción” y piden a los actores sociales y políticos, en especial a los católicos, para que trabajen a favor de una sociedad más justa.
Consideran a continuación los Obispos la Misión Continental la cual “deberá favorecer en nuestras comunidades el paso de una pastoral de conservación a una pastoral con espíritu misionero, vivido en la familia, en las pequeñas comunidades eclesiales, en la parroquia y en la diócesis”. Espíritu misionero-evangelizador, que deberá llevar a una Iglesia en estado permanente de misión.
“Entremos en este dinamismo renovador de la Cuaresma como miembros vivos del Pueblo de Dios con una vida personal renovada y comprometida con la Patria nueva y la Iglesia comunión con dinamismo misionero”, concluyen los Obispos a la vez que recuerdan que ese camino será “la mejor forma de prepararnos a la celebración de nuestro Bicentenario de la Independencia Nacional”. (RG) (Agencia Fides 9/3/2009)


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