AMERICA/COSTA RICA - Llamamiento del Obispo de Limón “es hora que se de una solución definitiva al problema de las inundaciones”

viernes, 6 marzo 2009

Limón (Agencia Fides) - Mons. José Rafael Quirós Quirós, Obispo de Limón ha emitido un comunicado junto con los sacerdotes de la diócesis manifestando su preocupación por la difícil situación que viven gran cantidad de familias de nuestra Diócesis como consecuencia de la emergencia tras las graves inundaciones que sufrió la Región Caribe en el mes de noviembre del 2008 y las sufridas el pasado mes de febrero
“Costa Rica es testigo de cómo, casi año tras año, muchas familias ven inundadas y deterioradas sus casas, e incluso, como en esta oportunidad, muchas de ellas las perdieron como consecuencia de las inundaciones”, afirma el Obispos realizando un análisis de la “triste realidad”. Según se lee en el comunicado, dichas familias no han recibido ninguna solución en cuanto a la vivienda. Además de la casa, muchas familias han sido afectadas en su sistema agro-productivo con pérdida de productos (plátano, banano, maíz, frijoles, arroz, entre otros), y, algunas de ellas, perdieron incluso sus tierras.
“La situación es grave”, asegura el Obispos pues “muchos de esos agricultores se endeudaron para sembrar sus tierras por lo que, en este momento, no tienen dinero para cubrir las necesidades básicas de sus hogares, para volver a sembrar y, mucho menos aun, para pagar deudas”. A esta situación se suma además que cientos de trabajadores han perdido el empleo debido a que las compañías afectadas, recurrieron al recorte del personal. También los pequeños ganaderos están sufriendo las consecuencias negativas por la muerte del ganado a lo que se une el bajo precio del mismo.
Respecto a los caminos c infraestructura en general, “es de todos conocido el deterioro y destrucción” y además “las soluciones no llegan con razonable prontitud”.
Ante esta situación el Obispo recuerda que como Pastores “no podemos caer en la indiferencia, por lo que nos sentimos llamados a estar junto a los hermanos y hermanas que sufren, para ‘curar sus heridas con el aceite del consuelo y el vino de la esperanza’” y manifiesta su solidaridad “con quienes en nuestra Diócesis en este momento se sienten abandonados, sin lo necesario para vivir y sin ser escuchados”.
Realizan a continuación una serie de propuestas para intentar paliar esta situación, entre ellas: realizar un estudio sobre las familias que tienen préstamos y que por causa de estas inundaciones no pueden pagar; Brindar a los trabajadores que fueron despedidos de las fincas inundadas alguna opción laboral o subsidio, para que sus familias puedan hacerle frente a esta crisis; realizar programas concretos de rehabilitación de agricultura, que den una opción real a las familias de los productores afectados; regular los precios del ganado y de la carne; brindar al sector ganadero y agropecuario un programa urgente de ayuda inmediata para evitar que se siga muriendo el ganado y que puedan de nuevo sembrar sus tierras; Rehabilitar los acueductos que fueron dañados por las inundaciones pues en este momento se carece de agua potable y están expuestos a las consecuencias de ingerir agua contaminada.
“Consideramos que ya es hora que se de una solución definitiva al problema de las inundaciones”, concluye el Obispo. (RG) (Agencia Fides 6/3/2009)


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