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Verapaz (Agencia Fides) – Mons. Rodolfo Valenzuela Núñez, Obispo de Verapaz (Guatemala) ha denunciado por medio de un comunicado, la violencia creciente que reina en la región. Según se lee en el texto ha habido más de 33 muertes violentas en la diócesis en lo que va del año según los
medios de comunicación, lo que “ha fomentado un clima de inseguridad y desconfianza en la población, alarmada por tantos asesinatos a plena luz del día”. Además muchos de estos casos violentos “no se deben solamente a un aumento de la delincuencia común sino a acciones del crimen organizado que tiene como base de operaciones nuestra región”.
Denuncian también el Obispos junto con los presbíteros de la diócesis “el exceso de fuerza y violencia con que se realizó el desalojo de campesinos en la finca Guaxac, jurisdicción del municipio de Tucurú, el día 12 de Febrero”, en el que participaron más de 500 efectivos de las fuerzas del ejército y policía con el resultado de un campesino muerto y varios heridos. Además dichos hechos “tan graves y dolorosos no tuvieron ningún eco en los medios de comunicación regionales ni nacionales” y como ocurre tantas veces “muchos de estos hechos quedan casi siempre en la impunidad y generan desconfianza en el sistema de justicia”. Para el Obispos la raíz de muchos de estos hechos de violencia está en el problema de la desigual e injusta distribución de la tierra en el país.
Ante esta situación muestran en primer lugar su solidaridad con las víctimas, pues “no podemos quedarnos callados favoreciendo así una indiferencia o indolencia ante la total falta de respeto a la vida y a los derechos de todo ser humano, en especial los más indefensos”.
Manifiesta a continuación su preocupación “por el deterioro evidente y progresivo de la convivencia y la paz social”. Y exige a las autoridades “que cumplan con su deber de velar por el orden y la seguridad de los ciudadanos” y a los medios de comunicación “que informen con fidelidad y verdad sobre los hechos y colaboren así a la construcción de una sociedad más justa y más humana”.
Concluye el comunicado con un llamamiento urgente a todos los miembros de la Iglesia y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad “a no reaccionar violentamente, a no dejarnos vencer por el mal, sino a vencer el mal con el bien y a responder a estas situaciones conflictivas con acciones positivas, coordinadas y no violentas”. (RG) (Agencia Fides 2/3/2009)
