VATICANO - Crisis económica, pobreza global y vacunación de niños de los países pobres en el centro del dialogo entre Benedicto XVI y el Premier inglés Gordon Brown

viernes, 20 febrero 2009

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides)- El Premier británico Gordon Brown fue recibido en audiencia ayer, 19 de febrero, por el Santo Padre Benedicto XVI y sucesivamente se reunió con el Secretario de Estado Vaticano, Cardenal Tarcisio Bertone. Gran Bretaña y Santa Sede han encontrado una línea de acción común en el tema de ayuda destinada a las poblaciones del mundo mediante una iniciativa concreta: una campaña de vacunación para los niños de los países pobres lanzada mediante la venta de bonos; el primero ya fue comprado por el Papa, un gesto de gran valor simbólico que ha dado inicio a una extraordinaria recolección de fondos.
Quien lo anuncia es el mismo Gordon Brown –quien lanzó la iniciativa cuando aún era Canciller del Échiquier, es decir ministro de economías- en el Osservatore Romano. Hasta el momento ya han sido recogidos más de mil seiscientos millones de dólares que consentirán inmunizar a 500 millones de menores en muchas zonas del planeta y en particular en diversas zonas del África, objetivo que será alcanzado entre el 2006 y el 2015. En práctica, Reino Unido y Santa Sede han mantenido juntos el International Finance Facility for Immunisation y los Advanced Market Commitment. Esta iniciativa ya se encuentra entre los argumentos tratados en el coloquio de ayer en el Vaticano.
Al final de la audiencia, el director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, P. Lombardi, explicó que el Premier británico donó al Papa una pequeña cruz en un contenedor de vidrio que tiene por fondo la foto de una mujer etíope con el hijo recién nacido y con la frase “Thank you”. El gracias hacia justamente referencia a la campaña de vacunación a favor de los niños.
En la agenda de coloquios está en primer lugar la crisis económica y sus graves consecuencias en los países pobres. Esto porque Londres será sede del G20, el vértice entre países ricos y aquellos en desarrollo que tendrá que interesarse por la ayuda a los países más pobres. Una nota de la Sala de prensa de la Santa Sede resumió los contenidos de la audiencia del Papa con el Primer Ministro británico: “Los cordiales coloquios permitieron detenerse en la actual crisis económica mundial y en el deber de proseguir con las iniciativas a favor de los países menos desarrollados y favorecer la colaboración en proyectos de promoción humana, respeto por el ambiente y desarrollo sostenido”. “Se manifestó el deseo –se lee- de un renovado compromiso de la comunidad internacional para resolver los conflictos actuales, particularmente en Medio Oriente. Se trató también algunos temas bilaterales, sobre todo de interés para la comunidad católica del Reino Unido”.
El mismo Brown destacó el día anterior al Osservatore Romano que nos encontramos ante uno de los más grandes desafíos económicos de nuestro tiempo y advirtió que la crisis actual será probablemente definida por los historiadores como la primera crisis económica de nivel verdaderamente mundial; además destaca que las previsiones de crecimiento para el 2009 han sido adecuadas pues están cerca al cero, y de esto una caída en el comercio y flujos de capital así como la extensión de la desocupación.
Si este es el cuadro general, por parte de la Caritas Internationalis llegó la exhortación del Papa para que –justamente en vistas al G20- se invitase a los países más ricos a no anular la ayuda para el desarrollo de los más pobres a causa de la crisis. El secretario general de Caritas Internationalis, Lesley-Anne Knight, afirmó en efecto que “la Caritas espera que la inspiración del Papa Benedicto sirva para recordar a los líderes mundiales que los pobres no deben ser excluidos de los proyectos para salvar la economía global”. “Los líderes mundiales –agrega- deben resistir a la presión interna y mostrar una verdadera leadership para convencer a los electores de que el apoyo a los pobres no es una opción solo en momentos positivos, sino una responsabilidad moral”. Según Caritas Internationalis, los países en desarrollos serán gravemente afectados por la recesión a causa de la caída de demanda de materias primas, la sequía de flujos de capitales y el elevado precio de los alimentos, que convertirán a 100 millones de personas en indigentes. (Mtp) (Agencia Fides 20/2/2009; 48 líneas, 724 palabras)


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