AMERICA/PERU - X Aniversario del Centro Catequístico del Vicariato Apostólico de San José del Amazonas

jueves, 19 febrero 2009

San José (Agencia Fides) – El Centro Catequístico del Vicariato Apostólico de San José del Amazonas de Iquito (Perú) cumple en este año su X Aniversario de creación, 10 años que han dado muchos frutos en varias promociones de jóvenes y asegurando el servicio de catequesis en muchos de los pueblos, no solamente los de las sedes sino esos muy alejados.
Por este motivo Mons. Alberto Campos H. Vicario Apostólico de San José ha escrito una Carta a todos los catequistas para felicitarles y agradecerles por este valioso servicio. “El Centro Catequístico ha sido para nosotros, misioneros y agentes pastorales, un sueño largamente acariciado y hecho ahora realidad”, recuerda Mons. Alberto. En efecto hace diez años “no teníamos un lugar común para convocarlos y ofrecerles una formación que partiera de su identidad amazónica, los guiara a un encuentro con Jesucristo vivo y los capacitara para su servicio catequético en favor de los niños, adolescentes, jóvenes y adultos”.
En su carta el Vicario Apostólico expresa sus expectativas como Padre y Pastor de sus catequistas “que han recibido una formación de calidad en este Centro Catequístico”. En primer lugar manifiesta su deseo de que “en este Centro afiancen y fortalezcan su vocación como discípulos misioneros de Jesucristo”, recordándoles que su vocación y misión “es muy noble porque continúan la obra de Jesucristo Catequista, de los apóstoles, obispos, sacerdotes y misioneros para alimentar, con la Palabra de Dios y la doctrina cristiana, a los niños, adolescentes y jóvenes”.
En segundo lugar les pide que “den importancia a la formación que reciben en el Centro Catequístico y en sus parroquias porque nadie da lo que no tiene”. En efecto, todos debemos “estar preparados para cumplir la tarea que se nos encomienda” y para tener comunidades cristianas que tomen en serio su fe y compromiso “necesitamos catequistas y animadores bien capacitados que los ayuden a crecer integralmente”.
Y en tercer lugar les pide “perseverancia y pertenencia a la Iglesia Católica” advirtiéndoles del hecho de que algunos catequistas dejen su ministerio en sus comunidades o cuando salen de ellas para ir a la ciudad de Iquitos u a otro lugar. “Allí donde se encuentren – les recuerda - deben continuar su misión de catequistas presentándose a la parroquia más cercana para ofrecer sus servicios. Ser catequista, no es algo pasajero o una actividad para ocupar el tiempo libre. Ser catequista es una vocación muy noble e importante”. Muestra además su preocupación de que “algunos animadores o catequistas abandonan la Iglesia Católica para emigrar a otros grupos religiosos por intereses egoístas o económicos” advirtiéndoles que “no deben traicionar su fe, ni a su Iglesia que ha confiado en ustedes y espera su testimonio y perseverancia”.
El Centro Catequístico empezó como un sueño, en el corazón de Mons. Lorenzo Guibord, en los primeros años de la década de los noventa, la última década de su obispado. Se sentía la necesidad de dar una formación más apropiada a la realidad vicarial, esencialmente rural con una población conformada mayormente de campesinos e indígenas. Pero no era posible en ese momento y se enviaban todos a formarse en el CETA. Llegó un momento en que el CETA no pudo ya recibir más a los jóvenes del Vicariato San José en sus cursos de verano para catequistas, lo que decidió la formación de un Centro propio.
El Centro Catequístico era muy exigente para los misioneros y misioneras del Vicariato: se les pedía renunciar a un mes de vacaciones. Pero también el Centro Catequístico era también una experiencia muy rica: trabajando juntos a la formación de catequistas, unificando criterios, compartiendo una misma tarea y convivencia, entre misioneros y misioneras de diferentes parroquias, como nunca se había visto antes en la historia del Vicariato. (RG) (Agencia Fides 19/2/2009)


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