EUROPA/ITALIA - Caridad y misión: en el 2010 un “Año Vicentino” recordando a los Santos de la Caridad

miércoles, 18 febrero 2009

Roma (Agenzia Fides) – En el 2010 la familia vicentina celebrará un “Año Vicentino” para recordar los 350 años de la muerte de San Vicente de Paúl y de Santa Luisa de Marillac, fallecidos con pocos meses de diferencia en Paris en el año de 1660.
San Vicente de Paúl nació el 25 de abril de 1581 en Pouy, un pueblo al suroeste de Francia. Estudio teología en Tolosa y en 1660, aún sin terminar sus estudios, fue ordenado sacerdote. Después de una profunda crisis espiritual tomo la decisión de consagrar su vida al servicio de los pobres por amor a Jesucristo y fundó con este fin las Damas de la Caridad (posteriormente Voluntariado Vicentino); la Congregación de la Misión (CM), para la evangelización y la formación del clero; Las Hijas de la Caridad, para el trabajo en hospitales y escuelas, con la colaboración de S. Luis de Marillac. Otras instituciones vicentinas son la Juventud Mariana Vicentina (JMV), la Asociación de la Medalla Milagrosa (AMM), la Sociedad de San Vicente de Paúl (SSVP) o las “Conferencias de Ozanam”. Murió en Paris el 27 de setiembre de 1660 y fue canonizado en 1737.
Luisa de Marillac nació en Paris en 1591 y fue una preciosa colaboradora de Vicente de Paúl. Era hija natural de un miembro de la familia de los Marillac, una de las más celebres en la corte del Rey de Francia. Fue confiada desde niña al monasterio de las Dominicas de Poissy para su educación religiosa y profana. En 1613 su tutor, el futuro canciller de Francia Michel de Marillac, decidió casarla con el secretario de la Reina María de Medici, Antonio Legras. Tuvieron un hijo, de salud delicada que por muchos años fue la preocupación de su madre hasta que se caso felizmente. En 1625 Luisa quedó viuda y comenzó a dedicarse al servicio de los pobres en la Compañía de las Damas de la Caridad bajo la guía de San Vicente. Murió en Paris algunos meses antes de él, el 15 de marzo de 1660 y fue canonizada en 1934.
Un comité internacional está trabajando con el fin de ofrecer indicaciones y orientaciones a todo el mundo vicentino con ocasión de este “Año” particular que será celebrado en todos los países del mundo donde los hijos y las hijas espirituales de San Vicente están presentes para continuar la evangelización de los pobres a través de su servicio. “La celebración consistirá principalmente, pero no sólo, en el venerar a San Vicente y a Santa Luisa como testimonios y modelos del amor y del servicio a los pobres – escribe Sor Maria Ida Cislaghi, FDC, en el periódico Informaciones Vicentinas –. Todas las iniciativas ya iniciadas y que se están programando tienen como único fin renovarnos en el carisma de la caridad y de la misión – los dos aspectos fundamentales del carisma vicentino – recibido de nuestros Santos para hacerlo vibrar aún hoy en la Iglesia y en el mundo. A favor de los pobres, los verdaderos destinatarios y protagonistas de los trabajos nacidos del corazón de San Vicente de Paúl y de Luis de Marillac”. (S.L.) (Agencia Fides 18/2/2009; líneas 36, palabras 533)


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