AMERICA/COLOMBIA - Asamblea Plenaria de los Obispos: “El cometido de la Iglesia es llegar al ser humano en su realidad integral”

martes, 10 febrero 2009

Bogota (Agencia Fides) – Al dar inicio en Bogotá a la Octogésima Sexta Asamblea Plenaria del Episcopado, Monseñor Rubén Salazar Gómez, Arzobispo de Barranquilla y Presidente de la Conferencia Episcopal Colombiana, ha explicado que en este encuentro los Obispos Católicos de Colombia analizarán la situación del país “en toda su amplitud”, recordando que Iglesia Católica tiene el reto de ser hoy “luz y sal, signo e instrumento, casa y escuela en la sociedad colombiana”.
La Asamblea Plenaria, que comenzó ayer 9 de febrero y se extenderá hasta el día 13, tendrá como tema central analizar la situación de Colombia, con el fin de determinar los retos y desafíos que se le plantean hoy a la Iglesia, así como precisar criterios y líneas de acción para enfrentarlos pastoralmente. Cuenta con la presencia de unos 90 Obispos y Arzobispos, en representación de las 76 Jurisdicciones Eclesiásticas de Colombia.
“Mirando hacia atrás, hemos podido constatar los grandes logros alcanzados durante los primeros cien años de existencia de la Conferencia Episcopal, y hemos comprendido también con plena claridad cómo la misión entregada por Cristo a la Iglesia nos plantea retos y desafíos de una importancia trascendental para la Iglesia misma y para la patria colombiana dentro de la cual peregrinamos hacia la Patria definitiva”, ha afirmado Mons. Salazar, recordando la reciente celebración del primer centenario de la creación de la Conferencia Episcopal de Colombia.
Sin embargo, la tarea continua y se debe mirar al presente y al futuro y descubrir las implicaciones que tiene la misión que hemos recibido del Señor: “Anunciar el Evangelio a todos los seres humanos; hacer posible que la presencia salvadora del Señor se haga vida en los discípulos del Señor por medio de la celebración de sacramentos; construir comunidades de fe, de esperanza y de amor; iluminar la realidad para que el pueblo cristiano pueda ser fermento de transformación en un mundo en profundos y rápidos cambios; esta tarea, en su profunda complejidad, nos plantea la necesidad de reflexionar una y otra vez sobre el sentido esencial que tiene la presencia de la Iglesia en un mundo al que Dios tanto ama”.
“Consideraremos -a partir de nuestra visión y experiencia, pero iluminados por las ciencias sociales- los fenómenos de orden cultural, político, económico, religioso, que afectan a cada uno de los colombianos y, a la luz de nuestra fe, veremos cómo la Iglesia hoy en Colombia puede, con mayor claridad y fuerza, llevar la luz y la sal de Dios, ser signo e instrumento del amor de Dios, crecer como casa y escuela de amor y de solidaridad”, aseguró. El también Arzobispo de Barranquilla destacó que en el ser y quehacer de la Iglesia se encuentra la tarea de “iluminar la realidad para que el pueblo cristiano pueda ser fermento de transformación en un mundo en profundos y rápidos cambios”.
Confió en que la Iglesia Católica en Colombia pueda “contribuir de manera eficaz a la superación de las crisis, a la solución de los problemas, al encuentro de los caminos que debemos recorrer como nación y patria, a construir juntos una sociedad más justa y fraterna, a alcanzar la paz sobre la base sólida de la verdad sobre el ser humano, su inalienable dignidad, sus inviolables derechos...”.
Recordó que la tarea de la Iglesia tiene repercusiones “en la construcción de la paz, que, para Colombia, ha sido una realidad esquiva pero anhelada y, hoy más que nunca, sentida como necesaria”. Aclaró sin embargo que la Iglesia no cumple esta tarea como lo puede hacer un partido político o una organización no gubernamental. “Lo hace como luz y sal, como signo e instrumento de salvación, como casa y escuela de comunión. Y lo hace con la conciencia clara de que su cometido es llegar al ser humano en su realidad integral. Por esto, nuestra mirada se dirige a todos y cada uno de los colombianos”. (RG) (Agencia Fides 10/2/2009)


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