AFRICA/COSTA DE MARFIL - Hacia “el inicio de la era ACEAO”, una única estructura de coordinación de las Conferencias Episcopales en África occidental - El discurso del Card. Ivan Dias, Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos

lunes, 9 febrero 2009

Abidjan (Agencia Fides) - El Cardenal Ivan Dias, Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, acompañado de S.E.R. Mons. Robert Sarah, Secretario del mismo Dicasterio, viajó a Abidjan, en Costa de Marfil, donde pronunció un discurso a los Obispos reunidos en la XVII Asamblea de la CERAO (Conferencia Episcopal de África occidental francófona), que se realizó en Abidjan del 2 al 8 de febrero.
El Cardenal comenzó expresando su satisfacción y la de Mons. Sarah de poder encontrarse con los Obispos de África occidental y, sobre todo, de poder trasmitirles “los saludos y el afecto paterno de Su Santidad el Papa Benedicto XVI, así como su Bendición Apostólica asegurando su oración por el pleno suceso de vuestros trabajos”.
A continuación el Cardenal trazó brevemente la historia de la fusión de las dos Conferencias Episcopales regionales de África occidental, la francófona (CERAO) y la anglófona (AECAWA), recordando “el nuevo Pentecostés” vivido en Abuja el 7 de setiembre del 2007, que continua en la XVII Asamblea de la CERAO y “que, con la AECAWA, se han unido en una única estructura regional llamada ACEAO. Quisiera compartir con ustedes cuan grande ha sido mi agradecimiento a Dios por haber podido presidir la apertura de esta última Asamblea de vuestra Conferencia Regional francófona, nacida hace 45 años, casi medio siglo atrás”.
El Cardenal continuó afirmando: “En los archivos de Propaganda Fide está registrada de manera indeleble como precisamente aquí nació la CERAO, en Anyama, entre el 11 y el 14 de junio de 1963, con su Primera Asamblea que los Padres Fundadores llamaron en ese entonces Conferencia Plenaria”. El Concilio consideró que las Conferencias Episcopales debían ser “como instancias de mediación humana, cultural, socio-política y jurídica de la universalidad de la Iglesia hacia la particularidad de las diócesis confiadas personalmente al cuidado pastoral de los Obispos”.
El Cardenal Dias subrayó el carácter dinámico manifestado en estos 45 años por la Conferencia Regional de África occidental francófona, y recordó el rol de los “ancianos” muchos de ellos ya fallecidos: “El Cardenal Bernardin Gantin, Paul Zoungrana, Bernard Yago, Hyacinthe Thiandoum y Monseñor Luc Sangaré, por citar sólo algunos de los más eminentes y que han sido ya llamados a la Casa del Padre”, a los cuales agradeció y alabó.
En todo caso, afirmó el Cardenal Prefecto del Dicasterio Misionero, la generación de Obispos que le siguió “manifestó el mismo dinamismo, la misma inteligencia pastoral y la misma solicitud y fecundidad misionera”, de esta manera es que la Conferencia “se fue estructurado”. La tercera generación, la de los dos últimos decenios, subrayó el Cardenal en su discurso, es más numerosa y se encuentra frente a dos realidades que tiene que asimilar: “Por una parte, la individuación de las líneas pastorales de fondo de las diócesis, que muchas veces tienen cuarenta años de vida, con sus relativas dinámicas de inculturación que tienen que ser identificadas e discernidas, y por otra parte, la herencia de la CERAO, que se convierte en una necesaria escuela de la pastoral de los grandes conjuntos...”. El Cardenal Dias manifestó su intención de detenerse especialmente en la inculturación litúrgica, “que estamos logrando que madure con un cierto éxito en Asia y en África...”.
Para poder llevar adelante la pastoral diocesana “es necesario inserirla en la pastoral de toda la Conferencia Episcopal Nacional”, que debe tener en cuenta la gran fragmentación de las naciones del Continente. “Es necesario enfrentar las dificultades inherentes a la recepción y a la asunción de la doble herencia señalada” pero también “el desafío del paso a la ACEO”. Es por eso necesario estar bien informados sobre la herencia que se tiene que asimilar y los desafíos que se tienen que enfrentar.
El Cardenal Dias insistió en el hecho que se haya hecho posible un nuevo Pentecostés en la Región eclesial de África occidental, “gracias al carácter muy concreto y estructurado del principio cristológico vivido por los Obispos fundadores: la solidariedad pastoral orgánica alrededor de las tres funciones mesiánicas”. Es indispensable que este doble principio cristológico y pneumatológico “entre en acción en la nueva era que se va a enfrentar: la era ACEAO”. Tendrá que ser “un camino de Fe y de Amor, completamente impregnado de la presencia de Cristo y guiado por el Espíritu”, afirmó vivamente el Cardenal. Además, en este año dedicado a San Pablo, los Obispos deben vivir y deben ayudar a vivir a sus comunidades en una intimidad profunda con Cristo, según la expresión del Apóstol “Ya no vivo yo, es Cristo que vive en mí”.
En África no faltan los desafíos y estos preocupan el corazón de los Pastores: “El crecimiento y calidades humanas, sacerdotales, espirituales, morales y la santidad de vuestros sacerdotes y de todo el pueblo de Dios (…). Deseo atraer vuestra atención hacia los desafíos que podrían llegar de fuera a causa de la mundialización”. Es por esto que “la gravedad de los desafíos invita a los Pastores como vosotros a la prudencia, al discernimiento y a la reflexión”.
Frente al “fenómeno general de la caída del mundo financiero y del trabajo”, observó el Cardenal Dias, “es necesario que nos preguntemos que cosa quiere enseñarnos el Señor con estos avenimientos”. “Tal vez quiere (…) invitarnos a analizar seriamente la solidez del fundamento espiritual de nuestros cristianos”.
Para terminar, frente a los múltiples problemas que pone el mundo, el Cardenal declaró: “Como constructores de la morada espiritual de nuestros pueblos, será necesario que discernamos bien aquello que el Espíritu le dice a su Iglesia hoy, y que aprendamos a leer los signos de los tiempos escritos bajo los monitores de las Bolsas mundiales”.
Frente a los graves problemas que amenazan a la humanidad, el Cardenal Dias declaró el haber juzgado oportuno comunicar a los Obispos sus pensamientos, para que sean siempre conscientes y vigilantes. Finalmente, a todos los participantes, el Cardenal Dias deseo una fructuosa Sesión de trabajo, asegurando su compañía en la oración. (J.M.) (Agencia Fides 9/2/2009; líneas 70, palabras 984)


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