VATICANO - Benedicto XVI a los Dirigentes de la Confederación Italiana de Sindicatos de Trabajadores (CISL): “Para superar la crisis económica y social que estamos viviendo… es necesario superar los intereses particulares y de sector, en modo de afrontar juntos y unidos las dificultades que afectan a cada ámbito de la sociedad, en modo especial al mundo del trabajo”

lunes, 2 febrero 2009

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) – “Para superar la crisis económica y social que estamos viviendo, sabemos que es necesario un esfuerzo libre y responsable por parte de todos; es necesario superar los intereses particulares y de sector, en modo de afrontar juntos y unidos las dificultades que afectan a cada ámbito de la sociedad, en modo especial al mundo del trabajo. Jamás como hoy se advierte dicha urgencia; las dificultades que atormentan al mundo del trabajo mueven hacia una efectiva y más precisa concertación entre los múltiples y diversos componentes de la sociedad”. Es esta la exhortación que el Santo Padre Benedicto XVI hizo a los Dirigentes de la Confederación Italiana de Sindicatos de Trabajadores (CISL), recibidos en audiencia el 31 de enero con ocasión de los 60 años de fundación de la organización sindical.
El Papa subrayó en su discurso que “el gran desafío y oportunidad que la preocupante crisis económica del momento invita a saber captar, es el de encontrar una nueva síntesis entre bien común y mercado, entre capital y trabajo”, y recordó que “en el pleno respeto de la legítima autonomía de cada institución, la Iglesia, experta en humanidad, no se cansa de ofrecer el aporte de su enseñanza y de su experiencia a aquellos que buscan servir a la causa del hombre, del trabajo y del progreso, de la justicia social y de la paz”.
La atención de la Iglesia y de los Sumos Pontífices a las problemáticas sociales ha crecido en el último siglo, notó Benedicto XVI, citando la Encíclica “Rerum novarum”, del Papa León XIII, que al alba del siglo XX “defendió con fuerza la dignidad inalienable de los trabajadores”. Juan Pablo II quiso luego solemnizar el centésimo aniversario de la “Rerum novarum” publicando la encíclica “Centesimus annus”, “en la que observa que la doctrina social de la Iglesia, especialmente en este período histórico, considera al hombre insertado en la compleja red de relaciones que es típica de las sociedades modernas… En su precedente Encíclica social Laborem exercens del 1981, dedicada al tema del trabajo, el Papa Juan Pablo II había subrayado que la Iglesia no ha dejado nunca de considerar los problemas del trabajo al interno de una cuestión social que ha ido asumiendo progresivamente dimensiones mundiales… Siempre en este importante documento son sacados a la luz el rol y la importancia estratégica de los sindicatos”.
Otro elemento que retorna frecuentemente en el magisterio de los Papas del Novecientos, subrayó Benedicto XVI, “es la llamada a la solidaridad y a la responsabilidad”, esperándose asimismo que “de la actual crisis mundial surja la voluntad común de dar vida a una nueva cultura de la solidaridad y de la participación responsable, condiciones indispensables para construir juntos el porvenir de nuestro planeta”. Concluyendo su discurso, el Pontífice afirmó: “el mundo tiene necesidad de personas que se dediquen con desinterés a la causa del trabajo en el pleno respeto de la dignidad humana y del bien común. La Iglesia, que aprecia el rol fundamental de los sindicatos, os es cercana hoy como ayer, y está dispuesta a ayudaros, para que podáis cumplir en el mejor modo vuestra tarea en la sociedad”. (S.L.) (Agencia Fides 2/2/2009; líneas 35, palabras 526)


Compartir: