EUROPA/ITALIA - El bicentenario del nacimiento del Cardenal Guglielmo Massaja, primer Vicario Apostólico del pueblo Galla, que dio “nueva luz a las misiones católicas en África”

jueves, 29 enero 2009

Roma (Agencia Fides) - El Cardenal Guglielmo Massaja es considerado uno de los más grandes misioneros del siglo XIX: fue el primero que evangelizó el pueblo tribal de los Galla (en el sur de Etiopía), que estudió su cultura y promovió con éxito una serie de obras sociales que lo hicieron famoso más allá del país. Para recordarlo a doscientos años de su nacimiento, un Comité se está ocupando de organizar congresos, exposiciones y publicaciones especiales, con colaboración con la Orden de los Fraile Menores Capuchinos a la que pertenecía, el Ministerio para los Bienes y las Actividades Culturales y muchas instituciones culturales, museos y fundaciones científicas.
“El Cardenal Massaja – dijo a la Agencia Fides el padre Wieslaw Block, OFM cap, miembro del Comité nacional del Bicentenario – ha dado una nueva luz a las misiones católicas en África. Ha sido un importante puente cultural gracias al estudio de la geografía y de la lengua y ha comprendido y dialogado con un pueblo desconocido, construyendo la Iglesia a partir de las pequeñas cosas pero con sacrificios increíbles”. Un importante simposio internacional está en preparación para junio en el Colegio San Lorenzo de Brindisi de los Hermanos Capuchinos. “Será la ocasión – añade el P. Block – para evocar la figura carismática de Guglielmo Massaja que atraviesa a todo lo ancho la escena africana”.
Nacido el 8 de junio de 1809 en Piovà d'Asti (hoy Piovà Massaja en recuerdo de su ilustre ciudadano), Lorenzo Antonio recibió el sayal capuchino a la edad de 17 años y fue ordenado sacerdote en 1832 con dispensa de 13 meses sobre la edad canónica. Desde la ordenación se demostró un ardiente apoyo para la Obra de la Propagación de la Fe, que sostenía las misiones católicas, a las cuales se ató con voto privado. El 26 de abril de 1846 el Papa Gregorio XVI crea el Vicariato Apostólico de los Galla y pocos días después, aconsejándose con el Ministro General de los Capuchinos, lo confiaba a Massaja. Consagrado Obispo en Roma, Massaja dejó Italia en la noche del 2 de junio de 1846 para afrontar un viaje que duraría 6 años: realizó 8 cruces en el Mediterráneo, 12 en el Mar Rojo, 4 peregrinaciones a Tierra Santa, 4 exilios, otros tantos encarcelamientos e incontables riesgos de muerte antes de alcanzar al pueblo Galla.
De 1852 a 1879 (con un solo intervalo de 2 años en Europa) Massaja fundó diversas misiones, instituyó el primer monacato etíope católico, compuso el primer catecismo en lengua galla, consagró 3 Obispos, se enfrentó al clero etíope y a la presencia musulmana, favoreció exploraciones científicas, difundió entre la población la profilaxis contra la viruela y realizó el mismo intervenciones quirúrgicas gracias a la práctica adquirida en sus años jóvenes. Exiliado en 1879 por el negus Teodoro II, regresó a Italia y se estableció en el convento de Frascati, donde por invitación del Papa León XIII (que lo hizo Cardenal) escribió su autobiografía en 12 volúmenes, considerada una de las obras maestras de la literatura misionera internacional. El 6 de agosto de 1889 murió en San Jorge en Cremano (Nápoles). Su proceso de canonización fue iniciado en 1914 y concluyó positivamente a nivel diocesano en 1989. (A.M.) (Agencia Fides 29/1/2009; líneas 35, palabras 495)


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