ASIA/COREA DEL SUR - Encuentro de oración ecuménico con ocasión de la Semana por la Unidad de los Cristianos: los fieles en oración por la “nación dividida”

viernes, 23 enero 2009

Seúl (Agencia Fides) - Los cristianos de todas las confesiones presentes en Corea se reunieron en oración para velar juntos, reflexionar sobre las divisiones, invocar de Dios la unidad: fue un encuentro muy sentido y participado el que se desarrollo en los días pasados en el Olympic Hall del Olympic Park de Seúl, donde se reunieron más de 4 mil fieles coreanos. Junto con S. Em. El Cardenal Nicholas Cheung, Arzobispo de Seúl, estaban el Nuncio Apostólico, S. E. Mons. Osvaldo Padilla, y oros Obispos y representantes de las diversas confesiones cristianas, entre los cuales diversos líderes protestantes y el vicario general del Metropolita Ortodoxo de Corea.
El Cardenal Cheung lanzó a todos los presentes un “Mensaje de Paz”, afirmando: “El don más grande que los cristianos debemos proteger es la paz auténtica, que el Señor resucitado transmitió a sus discípulos. Hoy estamos sedientos de paz. La paz que buscamos debe manifestar nuestra vocación de ser sal y levadura en el mundo. Nosotros los cristianos, unidos, podemos ser un instrumento de paz, aquella paz que el mundo busca”.
En su intervención, el Rev. Kim Sam-hwan, Presidente del Consejo Nacional de las Iglesias de Corea, que reúne a las denominaciones protestantes, afirmó: “Estamos llamados a ser una sola cosa. Si los cristianos estamos unidos, también nuestra dividida nación y nuestra sociedad podrán unirse”.
Durante la vigilia la asamblea rezó por la situación de los cristianos coreanos que, como muchos otros ciudadanos, sufren por la división de la nación en vigor después de la Guerra de Corea (1950-1953), que ha dejado a más de 10 millones de familias divididas entre las dos partes de la llamada “cortina de bambú”.
Precisamente un grupo de cristianos coreanos escogió, para la Semana de Oración del 2009, el tema inspirado en el profeta Ezequiel: “que sean una sola cosa en tu mano” (Ez 37,17). A través del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos y el Consejo Ecuménico de las Iglesias, el tema ha sido propuesto a la reflexión de la Iglesia universal.
Mirando la dramática experiencia de división de su nación, los cristianos coreanos han buscado inspirarse en el profeta Ezequiel, quién vivió también en un país trágicamente dividido y que buscaba la unidad de su pueblo. El texto de Ezequiel, afirman, “presenta sorprendentes analogías con la situación coreana de un país dividido y con la de los cristianos no unidos”.
Las palabras del Profeta nos vuelven a dar la esperanza de que Dios reunirá nuevamente al pueblo para hacerlo una sola cosa, y que lo bendecirá. Los cristianos de Corea (Católicos, Protestante y Ortodoxos) trabajan y rezan juntos por el bien común, para traer una auténtica paz a la península coreana. (PA) (Agenzia Fides 23/1/2009 líneas 34 palabras 477)


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