AMÉRICA/ESTADOS UNIDOS - Según Unicef cada día mueren 1500 mujeres por complicaciones en el embarazo y parto; el 99% de la mortalidad materna se concentra en África Subsahariana y en Asia meridional

martes, 20 enero 2009

Roma (Agencia Fides) – En el 2005, 536.000 mujeres han muerto por causas vinculadas al embarazo y al parto. Más del 99% de estos decesos se verificaron en los países en vías de desarrollo, la mayor parte en África y en Asia. En promedio cada día mueren alrededor de 1500 mujeres por las complicaciones del embarazo y del parto. Son estos algunos de los datos difundidos por el Unicef acerca de los decesos por parto que ocurren hoy en el mundo y en particular en los países en vías de desarrollo. El punto de la situación lo hizo el reporte 2009 intitulado: “La condición de la infancia en el mundo”, dedicado este año por la agencia de la ONU a la salud materna y del neonato, en el que se evidencia fuertemente la conexión entre la salud y la vida de las mamás y de los recién nacidos, entre pobreza y mortalidad, entre respeto de los derechos de la mujer y las tasas de supervivencia de madre y niño.
El reporte pone en discusión la afirmación de uso común según la cual “todos nacemos iguales” que, si es verdad en teoría, no corresponde a la realidad cotidiana de millones de personas. Nacer y dar a luz en Roma o en Nueva York no es lo mismo que venir al mundo en Kabul o en un pueblo de Sierra Leona, según la agencia de las Naciones Unidas. Y en efecto un niño que nace en un país en vías de desarrollo tiene casi 14 veces más posibilidad de morir durante el primer mes de vida respecto a un niño nacido en un país industrializado. En el mundo en vías de desarrollo, el riesgo de mortalidad materna durante la vida es mil veces superior al riesgo de las mujeres en los países industrializados. El dato de conjunto, por otro lado, no deja espacio a error: el 99% de la mortalidad materna global está concentrado en los países pobres, principalmente de África Subsahariana y de Asia meridional.
Los números sacados a la luz por el reporte son por otro lado indicativos de elementos de desequilibrio que tienen un carácter global: una mujer de un país entre los menos desarrollados está 300 veces más expuesta al riesgo de morir durante la vida a causa de complicaciones en el embarazo o el parto respecto a una mujer que vive en un país industrializado. Según el Unicef ninguna otra tasa de mortalidad es tan desigual.
Más aún, se destaca que en los países en vías de desarrollo el riesgo de mortalidad materna durante la vida es de 1 por 76, contra la probabilidad de apenas 1 por 8.000 para las mujeres de los países industrializados. El riesgo de mortalidad materna durante la vida oscila desde 1 por 47.600 en irlanda (el más bajo en el mundo), hasta 1 por 7 en Níger, el país con el riesgo más alto de mortalidad materna durante la vida. Por cada madre que muere por causas vinculadas al embarazo o al parto, se estima que hay otras 20 mujeres afectadas por enfermedades relacionadas al embarazo o que sufren otras graves consecuencias. El estudio realizado por la agencia de la ONU que se ocupa de la infancia estima que cada año 10 millones de mujeres que sobreviven a la gravidez sufren estos efectos negativos.
En los países industrializados, la tasa de mortalidad materna ha permanecido bastante estable entre el 1990 y el 2005, con una tasa de 8 por 100.000 nacidos vivos. En los países en vías de desarrollo, la tasa de mortalidad materna sube en cambio a 450 por 100.000. Y en Sierra Leona – el país con la más alta tasa de mortalidad materna – es de 2.100 decesos por 100.000. El objetivo de Desarrollo del Milenio número 5 es la reducción del 75% de la tasa de mortalidad materna antes del 2015. Sin embargo, para alcanzar este resultado el mundo deberá reducir en un 70% la mortalidad materna entre el 2005 y el 2015; y estamos todavía muy lejos de cruzar esa meta.
Sobre la mortalidad del neonato, el reporte explica que los niños cuyas madres mueren durante las primeras 6 semanas después del parto, tienen mayores posibilidades de morir en los primeros 2 años de vida respecto a los niños cuyas madres sobreviven. Entre la supervivencia de la madre y el desarrollo de niño hay por lo tanto un vínculo directo. Un estudio en Afganistán, por otro lado, destacó que alrededor de tres cuartos de los niños nacidos de madres muertas por causas relacionadas a la maternidad sucesivamente murieron. Por lo tanto la investigación señala cómo un niño nacido en uno de los países menos desarrollados tiene 14 veces más probabilidades de morir durante los primeros 28 días de vida respecto a un niño nacido en un país industrializado. Los 10 países con tasas de mortalidad neonatal más altas (en los primeros 28 días de vida) son: Liberia (66 muertos por 1000 nacidos vivos), Costa de Marfil (64), Irak (63), Afganistán (60), Sierra Leona (56), Angola (54), Malí (54), Pakistán (53), República Centroafricana (52) y Lesotho (52). Se señala asimismo que 5 países (Liberia, Afganistán, Sierra Leona, Angola y Malí) entre los diez con las más altas tasas de mortalidad neonatal se encuentran también entre los diez países con la más alta tasa de mortalidad materna o riesgo de mortalidad materna durante la vida. Al contrario en los países industrializados, la tasa de mortalidad neonatal en el 2004 era sólo de 3 por 1000 nacidos vivos.
A nivel global, la tasa de mortalidad neonatal ha disminuido en una cuarta parte entre el 1980 y el 2000, una reducción mucho más lenta respecto a la reducción de la tasa de mortalidad infantil por debajo de los 5 años, que ha disminuido en un tercio. Siempre a nivel de estadísticas generales casi el 40% de las muertes por debajo de los cinco años se verifican en los primeros 28 días de vida, tres cuartos en los primeros siete días; como para los decesos maternos, casi todos (el 98% en el 2004) los decesos neonatales se verifican en los países de rédito bajo y medio. (Mtp) (Agencia Fides 20/1/2009; líneas 63, palabras 1022)


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