ASIA/INDIA - “Oración y acción: los cristianos unidos son auténticos pacificadores en el Noreste e la India”, declara a Agencia Fides S. E. Mons. Thomas Menamparampil, Arzobispo de Guwahati, con ocasión de la Semana para la Unidad de los Cristianos

martes, 20 enero 2009

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) – La unidad de los cristianos da frutos abundantes de armonía y de paz en la sufrida región de la India Nororiental: es lo que afirma en una entrevista con Agencia Fides S. E. Mons. Thomas Menamparampil, Arzobispo de Guwahati (estado de Assam), con ocasión de la Semana para la Unidad de los Cristianos. Agencia Fides le dirigió algunas preguntas.

¿Cómo es la situación al noroeste de la India? ¿A qué se debe la existencia de los conflictos?
La región es víctima del aislamiento con respecto al resto del país; y además es una zona habitada por numerosas comunidades y grupos tribales de diversas culturas y tradiciones. El territorio está formado por grandes extensiones cultivables y áreas montañosas. Grandes segmentos de la población tienen dificultades para acceder a los servicios de instrucción. La misma estructura política democrática es bastante reciente y no tiene raíces antiguas: existe, pues, el problema de la representatividad de los diversos componentes sociales. Los diversos intereses crean conflictos. Y además, el panorama se complica más por la existencia de grupos extremistas que pretenden la secesión.

¿Cómo viven los cristianos en este contexto?
En este panorama las comunidades cristianas están ofreciendo un excelente ejemplo como agentes de pacificación, sobre todo gracias a su unidad de intentos y a la fuerte comunión existente entre las diversas Iglesias. Los cristianos han desarrollado una ética del diálogo, fundada en valores humanos y cristianos. Antes que todo dejando surgir esos mismos valores de respeto y acogida existentes en las culturas tribales. Sobre este patrimonio se insertan los valores evangélicos. Destacamos valores enraizados en sus culturas, pero evangélicamente inspirados. Con este método muchos conflictos inter-tribales se han apagado y se ha podido construir la paz entre comunidades diferentes.

¿Qué se hace en lo concreto?
Los cristianos han formado un “Joint Peace Committee”, organismo ecuménico con representantes católicos, bautistas, presbiterianos, luteranos y de otras denominaciones. Estamos todos comprometidos por la justicia y la paz. Las Iglesias dan un testimonio de unidad y amistad: así los fieles se convierten en constructores de paz y nuestro trabajo da frutos abundantes de armonía y reconciliación. Según lo que expresa la Semana por la Unidad de los Cristianos, la oración común es el motor de nuestros esfuerzos.

¿Cual es el enfoque en vuestro esfuerzo por la paz?
Nuestro enfoque y nuestro método de pacificación son una superación del modo de pensar corriente: proponemos reconocer los derechos del otro antes de reivindicar los propios. Este giro crea un ambiente propicio para el diálogo y ayuda a construir las bases de la estima y de la amistad que son un camino propedéutico hacia la paz. Creemos que es un modelo cercano al Evangelio: por ello funciona. Entre dos sujetos o comunidades en conflicto, proponemos a cada uno explicitar y reconocer primeramente los derechos del otro, luego los propios. Y viceversa. Si este método se aplicase en los conflictos, incluso en otras partes de la India o del mundo, podrían disolverse muchas tensiones y resolverse muchos conflictos.

¿Es posible la evangelización en el área nororiental?
Cierto, y la misión avanza viento en popa. A muchas comunidades tribales les hacemos entender que muchos de los valores cristianos están ya presentes al interior de su cultura: sobre este terreno es fácil evangelizar, anunciar la presencia de Cristo. Sus oídos y sus corazones están muy abiertos y listos para acoger la “Buena Nueva”. La Iglesia Católica, además, es muy apreciada por lo que hace, por su obra de pacificación, por su ayuda al desarrollo, por sus obras de instrucción y su acción caritativa, por la cercanía que muestra a diversas comunidades. De esta manera nos hemos construido una sólida credibilidad y la gratitud de la población.

¿Cómo ve el futuro de la región?
Soy muy optimista en relación con el futuro de la India Nororiental, pues son muchas las fuerzas que están cooperando para el bien. Un importante signo de esperanza ha sido el nacimiento de la Universidad Católica de Guwahati (ver Fides 19/12/2008), la primera en toda la India. Nuestra esperanza se funda mucho sobre nuevas generaciones, que pueden traer un poco de novedad y una nueva visión sobre la realidad social, construyendo el futuro sobre la base del diálogo, del respeto y de la convivencia. Muchas congregaciones católicas, masculinas y femeninas, trabajan por la formación de los jóvenes, y esta es una obra muy importante para el futuro de la región. Adelantándome al futuro veo otro rostro para la India nororiental: no sólo tensiones y conflictos, sino desarrollo, instrucción, convivencia pacífica.

Prescindiendo por un momento de su contexto, en calidad de persona comprometida por la paz, ¿como juzga las violencias de grupos extremistas hindúes sobre cristianos, en otros estados de la India?
Creo que pequeños grupos de extremistas hindúes, como aquellos que perpetraron los recientes actos de violencia anticristiana, están destinados a existir. Nuestra tarea, entonces, es la de conquistar la simpatía y el apoyo del resto de los líderes y fieles hindúes, que son la amplísima mayoría de la nación. Esta es la clave para derrotar la violencia: dejar que sean los mismos auténticos creyentes hindúes a marginar a los extremistas. Los verdaderos hindúes son moderados y equilibrados y rechazan la violencia. Debemos incrementar las relaciones con ellos. Ellos trabajan por un país abierto, tolerante, democrático. También las recientes elecciones políticas regionales han sido testigos de la penalización de algunos grupos radicales, lo que confirma esta convicción.
(PA) (Agencia Fides 20/1/2009; líneas 71, palabras 940)


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