VATICANO - Benedicto XVI en las exequias del Card. Laghi: "Damos gracias a Dios por el don de este Hermano nuestro y amigo, y por todo el bien que, con la ayuda de la gracia divina, ha podido realizar en los diversos ámbitos en los que ha sido llamado a desarrollar su valiosa actividad pastoral y diplomática"

miércoles, 14 enero 2009

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - ""Damos gracias a Dios por el don de este Hermano nuestro y amigo, y por todo el bien que, con la ayuda de la gracia divina, ha podido realizar en los diversos ámbitos en los que ha sido llamado a desarrollar su valiosa actividad pastoral y diplomática. Merece una especial mención su celo en la promoción de las vocaciones y en la formación de los sacerdotes. Confiamos que ahora pueda contemplar cara a cara a ese Jesús, a quien intentó amar y servir en los hermanos". Son las palabras pronunciadas por el Santo Padre Benedicto XVI durante las exequias del Card. Pio Laghi, celebradas el 13 de enero en la Basílica Vaticana. La Santa Misa fue celebrado por el Card. Angelo Sodano, Decano del Colegio Cardenalicio, junto a los Eminentes Cardenales. Al término, la Liturgia Exequial fue presidida por el Santo Padre.
Comentando el Evangelio de las Bienaventuranzas, proclamado en la celebración, el Papa ha afirmado: "también hoy el Señor Jesús sigue enseñando a sus discípulos con estas enseñanzas siempre válidas, que constituyen como la 'Magna charta' de una vida cristiana auténtica. Cuántas veces el querido Cardenal Pio Laghi se detuvo a meditar estas palabras evangélicas y cuántas veces las explicó a los fieles!... Dios nos ha creado para Él y en Él encontramos la felicidad. Conformándonos a su Palabra, es posible transformarnos en fuente de paz y de alegría aún en medio de las pruebas y sufrimientos que inevitablemente forman parte de nuestra peregrinación terrena. Pedimos al Señor que haga a este Hermano nuestro partícipe de la bienaventuranza eterna." A continuación Benedicto XVI ha recordado que "toda la misión sacerdotal del Cardenal Pio Laghi se consumió al servicio directo de la Santa Sede". Siempre se inspiró en las palabras dirigidas por Pedro a Jesús, con ocasión de la pesca milagrosa - "In verbo tuo laxabo rete" (Lc 5,5) - que eligió como lema de su ministerio de Obispo. Recibió de su familia una firme formación humana y cristiana, y aquí cultivó el germen de la vocación sacerdotal. A continuación, recorriendo las etapas fundamentales de su vida, el Santo Padre ha recordado los estudios elementales y secundarios en Faenza en el instituto salesiano de la ciudad, a continuación el estudio de la filosofía en el Seminario de la diócesis y los cursos teológicos en Roma, alumno del Pontificio Seminario Mayor, hasta la ordenación sacerdotal, el 20 de abril de 1946. Fue sucesivamente llamado al servicio de la Santa Sede y, en marzo de 1952, después de haber conseguido las licenciatura en Teología y en Derecho Canónico en la Pontificia Universidad Lateranense, inició su largo itinerario diplomático y pastoral en las Nunciaturas de diversas Naciones.
Juan Pablo II lo nombró Prefecto de la Congregación para la educación Católica y lo creó Cardenal en el Consistorio del 28 de junio de 1991, asignándole, desde mayo del 1993, el alto papel de Patrono de la Soberano Orden de Malta. "Es además preciso recordar con gratitud - ha continuado Benedicto XVI - las especiales misiones que le fueron confiadas: en mayo del 2001, en Israel y ante la autoridad Palestina, para entregar un mensaje pontificio autógrafo con el fin de animar ambas partes a un pronto alto al fuego y a la reanudación del diálogo; dos años después, el 1° marzo del 2003 estuvo encargado de ir como enviado especial a Washington para dar al Presidente de Estados Unidos un mensaje pontificio y para ilustrar la posición y las iniciativas emprendidas por la Santa Sede para contribuir al desarme y a la paz en Medio Oriente". "Misiones delicadas que él trató de cumplir, como siempre, con fiel dedicación a Cristo y a su Iglesia" ha continuado el Santo Padre, invitando a la esperanza "que iluminó la vida sacerdotal y apostólica del Cardenal Pio Laghi y que ahora encuentra plena y definitiva realización en la llamada divina a participar en el banquete del Cielo". (S.L) (Agencia Fides 14/1/2009; Líneas: 47 Palabras: 711)


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