ASIA/COREA DEL SUR - “Familia e inmigración”: seminario de la Comisión Episcopal para la Familia

martes, 13 enero 2009

Seúl (Agencia Fides) – Profundizar sobre la relación entre la familia y el fenómeno de la inmigración, sus implicaciones sociológicas, las perspectivas y las necesidades pastorales para la Iglesia: este ha sido el tema central de un reciente seminario organizado por la Comisión para la Familia de la Conferencia Episcopal de Corea del Sur.
El seminario ha reunido los problemas que afligen a muchas familias en diversos países asiáticos y en Corea: pobreza, migración, separación forzada de los seres queridos, explotación de mujeres y niños, problemas de la secularización y la pérdida del sentido religioso.
Particularmente reflexionando sobre la relación entre “familia e inmigración”, se destacó el peligro de las “divisiones en las familias”, fenómeno frecuente cuando uno de los dos cónyuges migra para buscar trabajo. Es así que se ha tomado mayor conciencia y atención por esta importante cuestión que toca al plano político y social: “la reunión familiar”.
La inmigración de la cual Corea es una meta (sobre todo desde otras naciones asiáticas) plantea diversos desafíos a la Iglesia coreana: por un lado la asistencia material, social, psicológica, espiritual a las familias de inmigrantes, de los cuales la comunidad católica es llamada a hacerse cargo, poniendo en práctica los valores del compartir y de la solidaridad: en segundo lugar la Iglesia debe proponer y sensibilizar a la sociedad a realizar intervenciones más significativas y eficaces, tanto a nivel político cuanto a nivel social, para tutelar la dignidad y los derechos básicos de las familias inmigrantes. Finalmente – destacó el seminario – desde el punto de vista pastoral, es necesario apuntar asimismo a la corresponsabilidad de las familias que inmigran como sujetos activos de evangelización. Frecuentemente se establecen en Corea familias católicas (como las que provienen de Filipinas), que pueden dar un aporte a la comunidad local para despertar la fe y realizar la obra de “nueva evangelización” con otras familias. Las familias inmigradas constituyen así un recurso precioso para la Iglesia local. (PA) (Agencia Fides 13/1/2009 líneas 27 palabras 271)


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