ASIA/CHINA - En una zona perdida en la estepa mongola, más de 500 fieles festejaron con emoción su primera Navidad en una modestísima capilla

lunes, 12 enero 2009

Ordos (Agencia Fides) – Mirando por primera vez el pesebre, con Jesús Niño en el centro, y el árbol de Navidad con su mensaje evangelizador, los fieles de la comunidad de Dong Sheng de la ciudad de Ordos (E Er Duo Si), en la diócesis de Bao Tao de la provincia autónoma de la Mongolia Interna, quedaron profundamente conmovidos, con lágrimas en los ojos. En efecto, por primera vez, los más de 500 fieles de esta pequeña comunidad católica perdida en la estepa mongol, pusieron celebrar la Navidad en una “capilla”, una modesta construcción con cuatro pequeños ambientes, con la celebración de la Santa Misa. Según las informaciones recogidas por la Agencia Fides, desde el mediodía de la vigilia de Navidad, el 24 de diciembre, el patio de esta pequeñas “iglesia” comenzó a llenarse. A las 5 y media tuvo inicio la solemne Eucaristía seguida de la adoración al Niño Jesús, que continuó hasta la medianoche. Pero ninguno quería marcharse de lo que sentía como su propia “casa”, aunque modesta: se continuó festejando la Navidad del Señor con fuegos artificiales y con un momento de encuentro fraterno, poniéndose todos bajo la protección de Jesús Niño, quien desde ahora velará también sobre esta comunidad, rica de fe y esperanza.
Según el “Manual de la Iglesia en China” del He Bei Faith Press, publicado en el 2006, el Evangelio llegó a la estepa mongol entre el año 200 y el 300, sobre todo a la zona de Bao Tou. Gracias al trabajo de los misioneros de la Sociedad para las Misiones Externas de París (MEP), de los Lazzaristas (CM) y de los misioneros Scheut (CICM), la comunidad tuvo un gran desarrollo entre finales del 800 e inicios del 900. Luego de la institución de la jerarquía en China, Mongolia interna fue dividida en 7 diócesis. Hoy, hay más de 250,000 católicos en la estepa mongol. La comunidad católica de Bao Tou tiene cerca de 40,000, con 8 sacerdotes y 14 religiosas que se ocupan de 13 parroquias y capillas, y cinco estaciones misioneras. Lamentablemente, en los últimos 20 años de recorrido de la comunidad, se han producido incomprensiones y divergencias, pero gracias a la oración, a la efusión del Espíritu Santo y a las indicaciones contenidas en la Carta del Papa Benedicto XVI a los Obispos, a los presbíteros, a los consagrados y a los fieles laicos de la Iglesia Católica en la República Popular China, los católicos de las diversas comunidades están nuevamente juntos, sin rencores. El amor y la comunión se respiraron a todo pulmón durante el Primer Congreso de la Evangelización desarrollado el año pasado. (NZ) (Agencia Fides 12/01/09; líneas 27, palabras 435)


Compartir: