VATICANO - El Papa recuerdan en el ángelus que el misterio de salvación de la Navidad, "además de la dimensión histórica, tiene otra cósmica: Cristo es el sol de gracia que, con su luz, “transfigura e ilumina el universo en espera” y saluda los participantes de las iniciativas por el año mundial de la astronomía

lunes, 22 diciembre 2008

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - "A pocos días ya de la fiesta de Navidad, se nos invita a dirigir la mirada al misterio inefable que María ha custodiado durante nueve meses en su seno virginal: el misterio de Dios que se hace hombre. Y esta es la primera clave de la redención. La segunda es la muerte y resurrección de Jesús, y estas dos claves inseparables manifiestan un único diseño divino: salvar a la humanidad y a su historia asumiéndolas hasta el final haciéndose cargo enteramente de todo el mal que nos oprime”. Con estas palabras ha introducido el Santo Padre Benedicto XVI la oración del ángelus el domingo 21 de diciembre, cuarto de Adviento, recordando el Evangelio del día que propone la narración de la anunciación del ángel a la Virgen, El misterio de salvación de la Navidad, ha subrayado el Papa, "además de la dimensión histórica, tiene otra cósmica: Cristo es el sol de gracia que, con su luz, “transfigura e ilumina el universo en espera” (Liturgia). La misma colocación de la fiesta de Navidad está ligada al solsticio de invierno, cuando las jornadas, comienzan de nuevo a alargarse en el hemisferio boreal”. A continuación Benedicto XVI ha llamado la atención sobre el gran obelisco de la plaza de San Pedro, que funciona como una meridiana y la función de la astronomía para determinar los tiempos de oración: "El ángelus, por ejemplo, se recita por la mañana, a mediodía y por la tarde, y con la meridiana, que antiguamente servía precisamente para conocer el “mediodía verdadero”, se regulaban los relojes”.
El Santo Padre ha saludado después a "todos aquellos que participarán en diverso grado en las iniciativas del año mundial de la astronomía, el 2009, en el que se cumple el 4º centenario de las primeras observaciones al telescopio de Galileo Galilei", y ha recordado como entre sus Predecesores hayan habido estudiosos de esta ciencia, y ha concluido: "también las leyes de la naturaleza, que en el transcurso de los siglos tantos hombres y mujeres de ciencia nos han hecho entender cada vez mejor, son un gran estímulo para contemplar con gratitud las obras del Señor”. Por último ha invitado a los fieles reunidos en la plaza de San Pedro a recitar el ángelus "con la mirada hacia María y José, que esperan el nacimiento de Jesús, y aprendamos de ellos el secreto del recogimiento para gustar la alegría de la Navidad. Preparémonos a acoger con fe al Redentor que viene a estar con nosotros. Palabra e amor de Dios para la humanidad de todo tiempo”. (S.L) (Agencia Fides 22/12/2008)


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