AMERICA/ESTADOS UNIDOS - También la malnutrición es una de las causas del analfabetismo: 75 millones de jóvenes en edad escolar no tienen ninguna instrucción, 776 millones de adultos son analfabetos, y la crisis económica comienza a poner en riesgo el financiamiento para el desarrollo

jueves, 18 diciembre 2008

New York (Agencia Fides) - A nivel mundial la disparidad en el acceso a la instrucción es sumamente fuerte, el abismo entre países ricos y países pobres se hace cada vez más grande, también en el campo de la educación, mientras que la crisis económica en curso no sólo tiene consecuencias en relación a la crisis alimentaria o sobre los mercados financieros sino también – y gravemente – en el desarrollo humano, en la educación y en la formación de los jóvenes de los países en vías de desarrollo. Son necesarias fuertes inversiones y políticas eficaces para poder sacar del analfabetismo y de la falta de escolarización a millones de chicos en todo el mundo.
Este tema ha sido analizado en detalle por el reciente Informe de la Unesco del significativo título: “Vencer la desigualdad”. De dicho informe emerge, entre otras cosas, como muchas veces los beneficios del crecimiento económico en las naciones del sur del mundo no han sido destinados a las nuevas generaciones. Aún cuando no todo el cuadro es negativo los problemas en este sector son verdaderamente enormes. En los países en vías de desarrollo un muchacho de cada tres, de cuantos pueden ser admitidos a las escuelas primarias, es decir unos 193 millones de chicos, sufren de lesiones cerebrales y de reducidas perspectivas educativas a causa de la malnutrición. Este número supera el 40% en algunos países de Asia del sur.
Casi 75 millones de muchachos en edad para frecuentar las escuelas elementares no están escolarizados. De estos, casi un tercio vive en África subsahariana. En dicha región sólo el 5% de los jóvenes logra llegar a la universidad. Las disparidades nacionales son el reflejo de la desigualdad mundial. Por ejemplo, en países como Etiopia, Mali o Nigel los muchachos que pertenecen al 20% más pobre de la población tienen tres veces menos posibilidades de acceder a una escuela elemental que los muchachos que pertenecen al 20% más rico de la población. En otros lugares la situación no es mejor. En el Perú y en Filipinas los jóvenes que pertenecen al 20% más pobre tienen en promedio 5 años menos de estudio respecto a los chicos de familias más afortunadas. Pero la riqueza no es el único factor determinante en este campo. Las muchachas continúan a ser las más desfavorecidas.
La diferencia de escolarización entre sexos sigue siendo relevante en gran parte de Asia del sur y en África subsahariana. Las desventajas relacionadas al idioma, a la raza, a la etnia de pertenencia o a la diferencias entre zonas rurales y zonas urbanas continúan a ser insuperables. En Senegal los jóvenes de las zonas urbanas tienen dos veces más posibilidades de educación en relación a los que viven en zonas rurales. Sin embargo, según la Agencia de las Naciones Unidas, también se están logrando importantes resultados. Tanto al sur y al oeste de Asia, como en el África subsahariana el índice de escolarización ha aumentado. En Etiopia y en Tanzania los no escolarizados han disminuido en tres millones. A pesar de esto será muy difícil que el mundo logre instaurar la enseñanza primaria universal antes del 2015. Éste era uno de los objetivos internacionales de desarrollo.
Según las proyecciones parciales en el 2015 todavía existirán 29 millones de jóvenes no escolarizados. Una estima optimista que no tienen en cuenta las situaciones de violencia y conflicto de algunos países como la República Democrática del Congo o Sudán. En relación a la diferencia educativa según el sexo las proyecciones en un país como Pakistán evidencian que por cada 100 muchachos escolarizados sólo 80 muchachas frecuentan la escuela.
A nivel mundial la situación sería la siguiente: En el 2015 doce países tendrán más de medio millón de no escolarizados. Otro problema a resolver es el de los profesores. Sólo para África subsahariana se necesitarían 3.8 millones de aquí al 2015. Finalmente hay que señalar que el 16% de la población mundial, es decir 776 millones de personas son analfabetas, dos tercios de los cuales son mujeres. En el 2015 los analfabetos adultos serán todavía – considerando el nivel de crecimiento demográfico – más de 700 millones. Para poder intervenir de manera significativa son necesarios más recursos. Si en el 2005 los países donantes se habían comprometido a invertir 50,000 millones de dólares en la educación de la infancia, los compromisos actuales – sin contar la explosión de la crisis mundial – hacen temer un déficit de 30,000 millones de dólares que tendrá consecuencias negativas de manera particular en África. (Mtp) (Agencia Fides 18/12/2008 líneas 55 palabras 788)


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