OCEANIA/AUSTRALIA - Llamamiento de los Obispos: justicia y derechos para las comunidades aborígenes

lunes, 15 diciembre 2008

Sydney (Agencia Fides) - Celebrando el progreso y el desarrollo de la sociedad australiana, no se pueden olvidar las injusticias que continúan sufriendo los hermanos de las comunidades aborígenes: es cuanto afirma Su Exc. Mons. Christopher Saunders, Presidente del Australian Catholic Social Justice Council, que es la Comisión "Justicia y Paz" de la Conferencia Episcopal, en una intervención compartida con Elsie Heiss, laica católica, Presidente del Consejo Nacional Católico de Aborígenes.
Los dos líderes han subrayado la diferencia que todavía existente entre los segmentos de la sociedad australiana y sobre todo las condiciones desfavorables en las que viven las minorías aborígenes: esta situación requiere una masiva intervención del estado para ofrecer iguales oportunidades de desarrollo además de gestos de ayuda y solidaridad concreta por parte de todos los ciudadanos australianos, en las diversas regiones y comunidad.
A pesar de los pasos realizados recientemente (ver Fides 5/11/2008) en vísperas de la Navidad 2008 los Obispos han recordado la necesidad de un acercamiento por parte del estado para que abandone al modelo "ley y orden", apostando solo en la represión de los fenómenos de criminalidad, para adoptar un modelo dirigido a mejorar, promover y potenciar la plena inserción de las comunidades aborígenes en el tejido social australiano, sobre todo por medio de nuevas oportunidades de ocupación e instrucción, bajo la insignia de "un auténtico diálogo y una sociedad duradera" con las comunidades aborígenes. El derecho al estudio y al acceso al trabajo son en efecto elementos esenciales para promover una auténtica integración y una verdadera participación de las comunidades aborígenes en la vida social, política y cultural de Australia, para garantizarles los derechos previstos por la Constitución australiana.
Actualmente los 517.000 aborígenes presentes en Australia (2,5% del total de la población) tienen una expectativa de vida inferior (59,4 años frente a 76,6 para los hombres; 64,8 frente a 82 para las mujeres). El escaso acceso a las prestaciones sanitarias afecta duramente a los niños, que sufren enfermedades ligadas a la malnutrición. Alcoholismo, droga y paro continúan siendo con mucho los principales problemas de una población extraurbana, alojada en localidades remotas. La Iglesia australiana ha refrendado con el gobierno acuerdos para construir escuelas católicas en las comunidades indígenas, en modo tal de poner un freno a la evasión escolar y a la fallida integración en el mundo del trabajo. (PA) (Agencia Fides 15/12/2008)


Compartir: